<p>En forma contradictoria, este martes los irlandeses seguían descartando el paquete de € 90.000 millones o US$ 122.000 millones. Fuentes anglosajonas barajaban US$ 108.000 millones o € 78.500 millones. Mientras tanto, los títulos del país retrocedían 8% esta semana, tras haber subido entre jueves y viernes por expectativas optimistas originadas en Gran Bretaña.<br />
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El clima era poco claro. El lunes, por ejemplo, Richard Roche –asuntos europeos- seguía rechazando nuevas versiones tocantes a un rescate. No obstante, Madrid y Lisboa lo daban por hecho, probablemente porque, de lo contrario, ambos países afrontarían nuevas tensiones. Igual temperamento primaba en Bruselas. En este punto, Dublin misma calcula que su déficit fiscal trepará este año a 32% del producto bruto interno. <br />
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Desde el jueves, por otra parte, la comisión europea intentaba en efecto otro salvamento de Irlanda, a ponerse en marcha esta semana. Pero pese la exposición de sus mayores acreedores soberanos: en millones de dólares, asciende a 148.500 (Gran Bretaña), 138.500 (Alemania), 68.700 (EE.UU.) y 50.000 (Francia). Añadiendo US$ 67.900 millones de Holanda, Suiza, Italia y España, se suma la friolera de US$ 473.600 millones al cabo del primer semestre.<br />
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Este monto explica el golpe de mercado en coincidencia con la frustrada cumbre del G-20. Al mismo tiempo, la brecha entre los tipos básicos en la Eurozona es otro ingrediente clave: 2,5% anual (Alemania), 2,88% (Francia), 4,15% (Italia), 4,56% (España), 6,88% (Portugal) 8,18% (Irlanda) y 11.47 (Grecia). Cabe señalar que la referencia es el Bundesbank, no el Banco Central Europeo.<br />
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En medio de tan trabajosas negociaciones entre Bruselas y Dublin, este lunes el primer ministro Brian Cowen juraba que su país –hace apenas cinco años, un “tigre celta” emblema de la globalización salvaje- no estaba tirando la toalla. O sea no buscada el auxilio de la UE ni del Fondo Monetario Internacional. No obstante, acababa de recibir al finés Olli Rehn, a cargo de asuntos económicos en la CE.<br />
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Entretanto, continuaba dando vueltas el monto tentativo de US$ 80 a 90.000 millones para un eventual rescate. Paralelamente, se notaba una fuga de capitales en Dublin y Londres vía la plaza electrónica (opera día y noche). Mientras tanto, en diciembre no mejorará el panorama: el martes 7, el gobierno irlandés deberá sancionar una reforma financiera y un drástico programa de austeridad. <br />
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Pero este tipo de planes ortodoxos no depara soluciones sino más problemas. Así se ve en Grecia, España, Francia, Gran Bretaña, Portugal y, desde el sábado, Alemania misma. Como señalaban analistas germanos e italianos, “la fiebre irlandesa contrasta con la miopía teutona y la pasividad del BCE”. La crisis del ex tigre esmeralda tiene visos más peligrosos. Por ejemplo, ciertos fondos especulativos londinenses que ofrecen rindes poco superiores a 5% anual sobre bonos y no tendrían problemas para comprarse toda la deuda pública de la isla. <br />
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Crisis: Irlanda ya no puede rechazar este nuevo rescate
España y Portugal temen un contagio en buena parte de la Unión Europea, en tanto se diluye el optimismo, de cuño londinense, sobre una salida negociada. Ahora, Dublin misma admite contactos con la Unión Europea con vistas a un salvamento en bloque.