La automotriz germano-estadounidense, DaimlerChrysler, decidió cerrar la planta de ensamblado de los Jeeps Cherokee y Grand Cherokee, que se encuentra en la provincia de Córdoba.
La empresa había anunciado en Alemania que, en los próximos tres años, recortará 26.000 puestos de trabajo en su unidad estadounidense con el fin de poder recuperar la confianza de sus inversores.
En la Argentina, el ajuste se tradujo en el desmantelamiento de las instalaciones cordobesas de Chrysler, que habían entrado en funcionamiento en 1997.
Los 180 operarios y administrativos de la planta recibieron la oferta de reubicarse en la planta que la automotriz tiene en González Catán; ésta se vio beneficiada por la reestructuración de la empresa ya que comenzará a exportar modelos a nuevos destinos fuera del Mercosur: Europa, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.
La noticia del cierre de la planta de Chrysler fue recibida por los empleados con pesar, pero con tranquilidad; hace más de un año que el Sindicato de Mecánicos planteó su preocupación por el posible cierre de la fábrica cordobesa.
Quienes decidan trasladarse hacia el Gran Buenos Aires, recibirán una bonificación especial ($ 10.000 para operarios y $ 15.000 para administrativos) que les permitiría afrontar los gastos de traslado.
Los empleados que prefieran permanecer en Córdoba tendrán la alternativa de insertarse en otras empresas de la provincia, del mismo sector o de otros rubros.
DaimlerChrysler, Smata y el gobierno cordobés están gestionando con autopartistas y empresas de otros rubros para que los empleados puedan reinsertarse. “La mano de obra de Chrysler está muy bien capacitada”, opinó el vocero del sindicato quien indicó ,además, que algunos empleados “altamente capacitados” pidieron el traslado a otros países, lo cual será analizado por la empresa “que tiene intenciones de cuidar a su personal”.
Los dirigentes de Smata y el gobierno provincial, encabezado por el peronista José Manuel de la Sota, insistieron en que el cierre de la planta cordobesa no se debió sólo a la reestructuración de la empresa sino también a la caída del consumo de vehículos.
Coincidieron, también, en cuestionar la actitud del gobierno nacional, que se niega a bajar impuestos para aliviar la carga tributaria sobre los autos.
Ayer también trascendió que descendería el nivel de producción de Renault, que reanudará sus actividades el 19 del mes próximo; el sindicato y la empresa se dedicarán a diagramar un cronograma de suspensiones y una política de retiros voluntarios.
La automotriz germano-estadounidense, DaimlerChrysler, decidió cerrar la planta de ensamblado de los Jeeps Cherokee y Grand Cherokee, que se encuentra en la provincia de Córdoba.
La empresa había anunciado en Alemania que, en los próximos tres años, recortará 26.000 puestos de trabajo en su unidad estadounidense con el fin de poder recuperar la confianza de sus inversores.
En la Argentina, el ajuste se tradujo en el desmantelamiento de las instalaciones cordobesas de Chrysler, que habían entrado en funcionamiento en 1997.
Los 180 operarios y administrativos de la planta recibieron la oferta de reubicarse en la planta que la automotriz tiene en González Catán; ésta se vio beneficiada por la reestructuración de la empresa ya que comenzará a exportar modelos a nuevos destinos fuera del Mercosur: Europa, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.
La noticia del cierre de la planta de Chrysler fue recibida por los empleados con pesar, pero con tranquilidad; hace más de un año que el Sindicato de Mecánicos planteó su preocupación por el posible cierre de la fábrica cordobesa.
Quienes decidan trasladarse hacia el Gran Buenos Aires, recibirán una bonificación especial ($ 10.000 para operarios y $ 15.000 para administrativos) que les permitiría afrontar los gastos de traslado.
Los empleados que prefieran permanecer en Córdoba tendrán la alternativa de insertarse en otras empresas de la provincia, del mismo sector o de otros rubros.
DaimlerChrysler, Smata y el gobierno cordobés están gestionando con autopartistas y empresas de otros rubros para que los empleados puedan reinsertarse. “La mano de obra de Chrysler está muy bien capacitada”, opinó el vocero del sindicato quien indicó ,además, que algunos empleados “altamente capacitados” pidieron el traslado a otros países, lo cual será analizado por la empresa “que tiene intenciones de cuidar a su personal”.
Los dirigentes de Smata y el gobierno provincial, encabezado por el peronista José Manuel de la Sota, insistieron en que el cierre de la planta cordobesa no se debió sólo a la reestructuración de la empresa sino también a la caída del consumo de vehículos.
Coincidieron, también, en cuestionar la actitud del gobierno nacional, que se niega a bajar impuestos para aliviar la carga tributaria sobre los autos.
Ayer también trascendió que descendería el nivel de producción de Renault, que reanudará sus actividades el 19 del mes próximo; el sindicato y la empresa se dedicarán a diagramar un cronograma de suspensiones y una política de retiros voluntarios.