domingo, 22 de diciembre de 2024

Crecerá despareja la economía mundial

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Aunque las previsiones no sean parejas entre los países desarrollados y en desarrollo, coinciden en que crecerá la economía mundial, se reducirán las tasas de desempleo y mejorará el comercio internacional.

Al analizar el Observatorio de la Economía Mundial, de la Escuela de Economía y Negocios de la Universidad Nacional de San Martín, el informe semestral del Fondo Monetario Internacional, surge como posible escenario para los próximos años que, a partir de 2015, la economía mundial crecerá más que en este año.

 

Con la firma de Jorge Remes Lenicov, en colaboración con Anahí Viola y Patricia Knöll, augura asimismo que, al proyectarse muy bajo el crecimiento potencial los países desarrollados tendrán que pensar en medidas estructurales para expandir la capacidad productiva y mejorar la productividad, mientras en algunos de los grandes países en desarrollo hay problemas parecidos, pero en otros el mayor énfasis deberá orientarse a reequilibrar la ecuación consumo e inversión.

 

La otra cuestión muy relevante es la desigualdad en los ingresos que sigue aumentando, más allá que en muchos países se haya reducido la pobreza, concluye el informe.

 

Crecimiento

 

La economía mundial creció en 2013 el 3 %, algo menos que en 2012 (3,2 %). Para 2014 se espera un aumento mayor, del 3,6 %, tendencia que continuará en 2015, año en que se espera un crecimiento del 3,9 %.

 

 

Es un ciclo positivo de recuperación y extendido a todos los países, donde hay que destacar el papel de los Países Desarrollados (PD).

 

En 2013 crecieron sólo 1,3 % pero se espera un aumento de 2,2 % en 2014 (0,9 puntos de incremento) y de 2,3 % en 2015. Ello se debe entre otros factores a la reducción del ajuste fiscal (excepto en Japón) y al mantenimiento de la flexibilidad monetaria.

 

El crecimiento más robusto se observará en EE.UU. (2,8 %), aunque es de destacar la salida de la recesión en la Zona Euro que de una caída de 0,5 % pasará a crecer 1,2 % en 2014.

 

El crecimiento en la UE es diferenciado: más fuerte en los países del norte y más bajo en los del sur, que deben hacer frente a la muy elevada deuda (pública y privada) y a tasas de interés internas más altas, todo lo cual desincentiva la demanda interna (consumo e inversión).

 

El peligro en Europa es la muy baja inflación, la revaluación del Euro y la situación de los países del Mediterráneo, por lo que esta recuperación esperada es aún frágil. Finalmente, Japón, debido al ajuste fiscal previsto, crecerá menos que en 2013.

 

En general en este grupo de países la consolidación fiscal es lenta, continúa la flexibilidad.

 

Los países en desarrollo (PED) en 2014 seguirán creciendo (4,9 %), pero a una tasa sólo levemente superior a la de 2013 (4,7 %); fundamentalmente el crecimiento seguirá basado en Asia (6,7 %) porque América Latina tendrá un modesto aumento del PIB: en 2014 crecerá solo 2,5 % para recuperarse, se estima, en 2015 (3,0%), pero siempre estará por debajo del promedio mundial.

 

A nivel de las grandes economías, China e India seguirán mostrando un excelente comportamiento, mientras que lo previsto para Rusia, Sudáfrica, Brasil y, en menor medida, para México, es decepcionante dado que sus crecimientos esperados son muy bajos en términos relativos. En conjunto, los PED seguirán aportando 2/3 partes de la expansión mundial.

 

El mejor comportamiento de los países desarrollados y las devaluaciones ayudarán para expandir las exportaciones, pero en la medida que los se vayan recuperando puede haber menos fondos disponibles para ser invertidos productivamente en los países en desarrollo y esto es negativo.

 

Además, en los PED se está observando un aumento del déficit fiscal, a lo cual se agrega, en el caso de América Latina, que continúa aumentando el déficit en la cuenta corriente, todo lo cual pone en evidencia una tendencia peligrosa hacia los desequilibrios macroeconómicos básicos.

 

El crecimiento de América Latina se viene desacelerando año tras año desde 2010 debido principalmente a la escasa inversión y a una demanda moderada de las exportaciones.

 

En 2014 continuará la tendencia ya que se proyecta que se crecerá menos que durante el año anterior.

 

Recién en 2015 se espera una tasa de aumento superior a la del año previo.

 

Para lograr mantener una tendencia sostenida de crecimiento sería necesario para la región elevar la productividad y la competitividad, invertir más en infraestructura y capital humano y fomentar el empleo formal.

 

La situación es diferente según los países, porque el grupo de los países en desarrollo es muy heterogéneo.

 

Por eso es previsible encontrarse con políticas macroeconómicas muy diferenciadas: habrá devaluaciones en los países con déficit en la cuenta corriente y sobrevaluación cambiaria, restricción monetaria en aquellos que aún tienen una inflación relativamente elevada, planes para reducir el déficit fiscal, programas de inversiones en infraestructura y, en muchos casos, tendrán que balancear la ecuación consumo-inversión: en los asiáticos deberán expandir el consumo y en los países latinoamericanos deberán aumentar las inversiones para poder crecer de manera sostenible y a tasas más elevadas.

 

En conclusión, la recuperación de la economía mundial prevista para 2014 y 2015 si bien es importante, tiene alguna fragilidad (riesgo latente) como los cambios en las condiciones internacionales que afectan a los países en desarrollo (menores precios y menores ingresos de capitales), una más rápida eliminación de la política monetaria flexible de EE.UU., las dificultades en el sistema financiero y la muy baja inflación en muchos países desarrollados, a lo que se deben agregar algunos conflictos geopolíticos.

 

De todas maneras, según el FMI, la recuperación de la economía genera más confianza y menores riesgos que los que caracterizaron los últimos años.

 

Empleo

 

Si bien en prácticamente todos los países hay una reducción del desempleo, subsisten algunos con tasas muy elevadas como es el caso de los países del Mediterráneo europeo. Igualmente, tal como viene ocurriendo desde largo tiempo atrás, en los países desarrollados el desempleo es mayor al de los países en desarrollo, aunque en estos últimos países una proporción muy elevada el empleo es informal con todo lo negativo que ello implica en el presente y en el futuro para los trabajadores.

 

El caso más llamativo es el de la UE porque presenta situaciones muy diferentes entre sus estados miembros. Mientras que países como Alemania y Holanda tienen una desocupación del orden del 5 %, en España y Grecia se proyecta que en 2015 seguirá en alrededor del 25 %, con una muy leve tendencia hacia la baja.

 

En la región latinoamericana la tasa de desocupación actual y proyectada para 2015 se mantiene en alrededor del 6 %, salvo en Venezuela donde la desocupación es más alta.

 

Por su parte el mayor crecimiento de los salarios reales se registró en Colombia, Perú y Chile.

 

Inflación y precios de los productos básicos

 

Las tasas de inflación en el mundo siguen reduciéndose y son muy bajas: 1,5 % en los países desarrollados y 5,5 % en los países en desarrollo.

 

Sin embargo se observan algunos extremos: mientras algunos países en desarrollo tendrán inflaciones muy elevadas, la UE tendrá una inflación tan reducida que hasta algunos temen un proceso deflacionario, lo que provocaría el aumento en las tasas reales de interés y de la deuda pública y privada y el debilitamiento de la demanda interna y de la producción.

 

La inflación promedio para América Latina será de 6,8 % en 2014 y 5,9 % en 2015. Existe mucha diversidad entre los países: hay economías como la colombiana, peruana y ecuatoriana con valores inferiores al 3,0 % y otras, como los casos de Argentina y Venezuela donde el aumento de precios supera los dos dígitos, siendo este último país el de más alta inflación de la región (50,7 % para el 2014). Países como Brasil, Bolivia y Uruguay tendrán una inflación algo superior al 5 % anual.

 

Finalmente, el FMI prevé una ligera baja en los precios de las commodities (energía, metales y alimentos), aunque seguirán teniendo altos niveles en comparación con las últimas décadas del siglo pasado.

 

Comercio

 

El comercio mundial de bienes y servicios se estima aumentará a tasas cada vez mayores, sobre todo en el caso de los países desarrollados, los que están aumentando su ritmo de crecimiento.

 

Para América Latina este comportamiento es positivo porque representa una oportunidad para expandir sus exportaciones y de esa manera ayudar al crecimiento y reducir el déficit en la cuenta corriente

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