Crecen los cierres de empresas

Las reestructuraciones de las multinacionales, las caídas en las ventas y la baja competitividad son el escenario causante del aumento en los cierres de fábricas, con los consecuentes despidos.

3 abril, 2001

Más de 30 empresas de primera línea cerraron sus fábricas en la Argentina para mudarse a Brasil o directamente para dejar de operar en la región, por la falta de competitividad para producir para un mercado de consumidores que decrece en proporción al aumento de bajas y despidos en las compañías durante el último año y medio, según datos revelados por la Unión Industrial Argentina (UIA).

Sin contar a las pymes, el escenario actual muestra que muchas y reconocidas compañías nacionales y extranjeras abandonaron el país a causa de reestructuraciones (en el caso de multinacionales), caída en las ventas, falta de competitividad frente a países cercanos –como Brasil, el principal receptor de las empresas que emigran–, y un decreciente mercado de consumo local (lo que se corresponde con todo lo anterior, sumado a los despidos que realiza cada empresa al cerrar sus puertas).

En el listado de las nuevas ausentes, se encuentran empresas de rubros tan distintos como alimentarias y autopartistas.

En este sentido, por el sector alimentario cerraron sus fábricas Nestlé, Unilever, Lheritier, Baesa y Adams.

En el caso de industrias más pesadas, ya no están en el país la automotriz DaimlerChrysler, la fábrica de ciclomotores Zanella, la electrónica Philips y Goodyear.

Además, también se observan ausencias notorias como la de la editorial Angel Estrada, la de New Balance (indumentaria deportiva), y la de Gillette (productos de higiene personal).

Economistas destacados al nivel internacional se muestran coincidentes en que uno de los principales factores de los cierres masivos de empresas en la Argentina responde a reestructuraciones globales; aunque nadie excluye que la deprimida situación económica de la Argentina frente a sus principales competidores es la detonante principal al nivel local del éxodo de compañías, más que nada por cómo afecta la coyuntura en el comportamiento del mercado de consumidores.

La UIA acepta que el principal problema es la competitividad; y por eso defiende el plan del ministro de Economía, Domingo Cavallo, que apunta a reducir en 20% los costos mediante futuras rebajas tributarias y la suba de aranceles a 35% para productos de consumo masivo.

No obstante, la entidad reclama medidas que recuperen el consumo, como el seguro de desempleo que el Gobierno anunció el viernes pasado.

Más de 30 empresas de primera línea cerraron sus fábricas en la Argentina para mudarse a Brasil o directamente para dejar de operar en la región, por la falta de competitividad para producir para un mercado de consumidores que decrece en proporción al aumento de bajas y despidos en las compañías durante el último año y medio, según datos revelados por la Unión Industrial Argentina (UIA).

Sin contar a las pymes, el escenario actual muestra que muchas y reconocidas compañías nacionales y extranjeras abandonaron el país a causa de reestructuraciones (en el caso de multinacionales), caída en las ventas, falta de competitividad frente a países cercanos –como Brasil, el principal receptor de las empresas que emigran–, y un decreciente mercado de consumo local (lo que se corresponde con todo lo anterior, sumado a los despidos que realiza cada empresa al cerrar sus puertas).

En el listado de las nuevas ausentes, se encuentran empresas de rubros tan distintos como alimentarias y autopartistas.

En este sentido, por el sector alimentario cerraron sus fábricas Nestlé, Unilever, Lheritier, Baesa y Adams.

En el caso de industrias más pesadas, ya no están en el país la automotriz DaimlerChrysler, la fábrica de ciclomotores Zanella, la electrónica Philips y Goodyear.

Además, también se observan ausencias notorias como la de la editorial Angel Estrada, la de New Balance (indumentaria deportiva), y la de Gillette (productos de higiene personal).

Economistas destacados al nivel internacional se muestran coincidentes en que uno de los principales factores de los cierres masivos de empresas en la Argentina responde a reestructuraciones globales; aunque nadie excluye que la deprimida situación económica de la Argentina frente a sus principales competidores es la detonante principal al nivel local del éxodo de compañías, más que nada por cómo afecta la coyuntura en el comportamiento del mercado de consumidores.

La UIA acepta que el principal problema es la competitividad; y por eso defiende el plan del ministro de Economía, Domingo Cavallo, que apunta a reducir en 20% los costos mediante futuras rebajas tributarias y la suba de aranceles a 35% para productos de consumo masivo.

No obstante, la entidad reclama medidas que recuperen el consumo, como el seguro de desempleo que el Gobierno anunció el viernes pasado.

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