<p>Los minaretes de mezquitas en Zawiya, 50 km al oeste de Trípoli –plaza a medias copada por rebeldes- fueron hechos pedazos con armas largas. También hubo ataques, con heridos y muertos sobre edificios donde se refugiaba gente asilada por ulema neutrales. Similar ofensiva, incluyendo mercenarios en 4×4 pintadas de rojo, se llevaba a cabo en la cercana Sabratha, donde corren peligro monumentales ruinas romanas de los siglos II a IV.<br />
<br />
“Nos limitamos a observar desde lejos”, señalaban por celular residentes en ambas localidades. “Todo está cerrado, no hay comercio que atienda, las sedes policiales y de los comités revolucionarios han sido incendiados o demolidos por la propia gente, en su mayoría jóvenes y adolescentes”.<br />
<br />
“Esto ya no puede durar mucho”, presumía un médico de Zawiya. En dos de las tres zonas en que se ha partido Libia –noreste, la virtualmente autónoma Cirenaica, y noroeste-, circulaba la noche del jueves estimaciones de 600 a 1.200 víctimas. Human Rights Watch no calcula más de 450.<br />
<br />
Tripoli también estaba en animación suspendida, como una ciudad vacía. Ahora, el coronel tiene más mercenarios africanos a sueldo que efectivos regulares en la capital. A criterio de expertos militares alemanes e israelíes, esto revela que el régimen va quedándose sin opciones y puede intentar salidas tan desesperadas como sangrientas. Desde años atrás, no fiándose de sus generales, Ghaddafi fue armando en secreto un ejército paralelo, leal y despiadado. Compuesto de brigadas especiales, elementos de su tribu nati y mercenarios, la dirección ejecutiva está confiada a tres de sus cuatro hijos. <br />
<br />
Según testigos, el miércoles miles de irregulares acampaban en torno de Trípoli, dispuestos a seguir una orden emitida el martes: lanzarse al este matando gente a rolete. Exactamente, lo que se han negado a hacer policías y tropas regulares. De acuerdo con el Guardian, la caída de Misurata llevó a la de Zwara (100 km de la capital y a completar una línea de ahí a la frontera egipcia. En síntesis, poco más de media costa libia.<br />
</p>
Crece la rebelión y Trípoli se atrinchera
Tropas aún leales a Muammar Ghadafi trataban este jueves de retomar varias localidades alrededor de la capital. Pero sus oponentes avanzaban desde Misurata, a doscientos kilómetros y se multiplican las deserciones de civiles y militares.