Así lo advierte Juan José Llach en el último Informe Económico Mensual del IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral.
Llach afirma que esta creación de empleo requiere un aumento sustancial de la inversión –actualmente en un piso de menos del 13% del PIB- que no ocurrirá si no se regenera la confianza en el futuro de nuestro país, hoy complicada por la demora en el acuerdo con los acreedores, el caso Vicentin y el retiro de Latam.
Por su parte Eduardo Luis Fracchia señala que al esperarse un contexto mundial ya en crecimiento para 2021, es primordial prepararse para la post pandemia, con el fin de recuperar parte de los 10 puntos porcentuales que caerá la economía argentina, teniendo en cuenta que China va a volver a crecer fuerte y es el segundo socio comercial del país.
Fracchia junto a Martín Calveira analizan además la propuesta del gobierno de expropiación de la empresa Vicentin, y su posible carga simbólica como “un primer pie sobre el sistema agroindustrial”.
Juan J. Llach destaca que si bien son mayoría las señales de recuperación de los mercados financieros y reales de varias economías –ya que la actividad económica se está reactivando, principalmente por el menor número de casos de coronavirus y la consecuente relajación de las cuarentenas- todavía se requiere prudencia porque en varios países han aparecido rebrotes de los contagios como en China, en Corea y en algunos lugares de los EEUU.
Entre las señalas más alentadoras, destaca las mejoras significativas en algunos de los indicadores de actividad económica en EEUU (los que lógicamente demorarán en reflejarse en el nivel de empleo). “El dato más notable fue la recuperación de las ventas minoristas de un 17,7% en mayo que, si bien es 6,1% inferior a mayor del año pasado, marca una tendencia firme” puntualizó.
Respecto a Europa, Llach afirma que el indicador de sentimiento económico aumentó entre 2,6 y 2,9 puntos y el de expectativas de empleo “rebotó fuerte”, aunque todavía sea bajo en perspectiva histórica. “Estos números evidencian que está abierta la posibilidad de que las economías de China, los EE.UU y Europa reboten en V. Para que ello ocurra es crucial que una clara recuperación tenga lugar en el tercer trimestre, que empieza en pocos días” señaló.Respecto a los rojos de nuestro peso y nuestra bolsa, Llach sostiene que reflejan la desconfianza interna y externa en nuestra moneda y en nuestros activos. “Algo previsible dados el riesgo y la demora en el acuerdo con los acreedores, el caso Vicentin y el retiro de LATAM. Parece no entenderse que la condición más necesaria para combatir la pobreza es la creación de empleos, que esto requiere un aumento sustancial de la inversión –que está en un piso de menos del 13% del PIB- que no ocurrirá si no se regenera la confianza en el futuro de nuestro país”, concluye.
Inflación anestesiada
Por su parte, Eduardo Fracchia advierte sobre las serias amenazas de ingreso que se evidencian en tanto se extienda el confinamiento y subraya la relevancia de prepararse para la pospandemia. “Si bien lo que se puede hacer hasta septiembre es acotado, en el corto plazo es importante el control de daños”. En ese marco, destaca el papel central que seguirá jugando la dinámica del gasto público.
En el frente externo, destaca la estimación de una balanza comercial muy positiva -estrechamente asociada a la recesión y no a la competitividad- y un contexto de dólar apreciado, relacionado con materias primas en baja, y un cepo sobre importaciones que puede ser perjudicial para insumos importados, en particular del sector agropecuario. “La tradicional problemática entre necesidad y capacidad de importación parece presentarse nuevamente en la macroeconomía argentina”.
Respecto al tema cambiario, Fracchia señala que crece la demanda de dólar futuro por temor a que se acelere la devaluación de la moneda nacional, y asocia la brecha del dólar paralelo respecto al oficial con el nivel de incertidumbre derivada de la negociación de la deuda.
Plantea además la gran duda que implica la inflación del segundo semestre y más aún la de 2021 “dada la altísima emisión de una moneda que, a diferencia de Estados Unidos y Europa, los argentinos no desean stockear”.
Respecto a la política interna, Fracchia comenta que es clave seguir la mayor injerencia de Cristina Fernández en el campo económico, lo que se evidenció con el caso Vicentín y en los nombramientos realizados en 12 puestos claves de la economía.
“El Ministro de Economía, Martín Guzmán, está centrado solo en el tema de la deuda desde que asumió, sin dudas falta una figura que juegue en toda la cancha más aún en tiempos de mucha conflictividad”.
Fracchia asegura que si bien la popularidad del Presidente es alta por el manejo de la pandemia, la recesión del 2020 y seguramente de comienzos de 2021 comprometerán los votos oficialistas de la elección de medio término. “El mérito de la pandemia es del Presidente pero también el costo político por la recesión.”
La intervención de Vicentin
Eduardo Fracchia y Martín Calveira sostienen que con la propuesta de expropiación de la empresa Vicentin sigue el temor a que el peronismo vaya por todo. “La política discrecional del ala K del gobierno parece oponerse a la visión más moderada del Presidente Fernández. Esto nos lleva a preguntarnos ¿Vicentin constituye un primer pie sobre el sistema agroindustrial?”
En este sentido, afirman que el gobierno proyectó que la decisión iba a tener aceptación en la opinión pública, pero sin embargo las manifestaciones posteriores revivieron las tensiones tradicionales entre campo y burocracia política. “Pareciera que la decisión fue apresurada, sin respetar la justicia. A su vez, no es menor la estimación de costos por las expropiaciones del kirchnerismo que se establecen en alrededor de los US$ 12.000 millones.”
Sobre las razones de esta acción, cuando hay otras alternativas previas antes de decidir la expropiación, los autores señalan que “posiblemente el objetivo subyacente sea la búsqueda de caja, en este caso de dólares genuinos que emergen como prioritarios en la coyuntura actual fielmente representada por la fuerte caída de la actividad y de la recaudación impositiva.”
Y agregan: “El argumento de la soberanía alimentaria en un país donde el sector privado provee una cantidad enorme de alimentos se sitúa en el plano ideológico, en sintonía con la perspectiva bolivariana del término y por sobre la racionalidad necesaria en las decisiones de economía política.” Agregan que “se trata de una empresa que se endeudó principalmente en la gestión de Cristina Fernández”.