Continúa la baja de tasas

Sigue bajando el costo del dinero para el Estado. El martes logró tasas de 6,6% a tres meses y se aprestaba a canjear deuda de corto plazo por bonos a más largo vencimiento.

10 febrero, 2001

El martes 6 el gobierno argentino consiguió una nueva baja de tasas en el costo de su financiamiento; colocó US$ 700 millones en Letras del Tesoro, con un interés de 6,6% a tres meses de plazo, el más bajo en los últimos 20 meses.

Este valor es casi en la mitad de la tasa de 12,59% que debió aceptar en plena crisis financiera, pre-blindaje, en noviembre de 2000.

Desde que la Reserva Federal de los Estados Unidos comenzó a reducir las tasas de interés en ese país, se inició una tendencia a la baja en el costo del crédito público.

El ministro de Economía, José Luis Machinea estimó que ,en la semana entrante, comenzaría a registrarse una baja en las tasas para los préstamos personales y créditos hipotecarios.

El miércoles, en el Palacio de Hacienda se calculaba que el interés por el canje de bonos de la deuda externa había generado ofertas del orden de US$ 8.000 millones, entre inversores que optaron por adquirir Bonos del Tesoro y aquellos que preferían el Bono Global 2012.

En esa jornada no se habían evaluado las ofertas recibidas ni se podía conocer la tasas efectiva, aunque se estimaba que el Estado aceptaría operaciones por entre US$ 2.500 millones y US$ 3.000 millones.

Al concluir la última semana laboral, se supo que el Gobierno había cambiado bonos por US$ 4.200 millones, operación que permitirá aliviar los pagos previstos hasta 2004; los mercados no esperaban que se superara la meta inicial de canje prevista en US$ 3.000 millones y recibieron favorablemente la novedad.

Esta operación permite una ganancia financiera de US$ 18,5 millones e implica, según fuentes oficiales, una reducción de US$ 191millones en el valor nominal de la deuda pública en una proyección a 30 años.

Daniel Marx, secretario de Finanzas, afirmó que el canje de la deuda tuvo muy buena recepción por parte de los inversores, con lo cual es previsible una mejora en el nivel de riesgo-país.

Sin embargo, las agencias calificadoras Moody´s & Investor Service y Standard & Poor´s consideraron en Nueva York que la operación no es suficiente aún para asegurar una suba en la calificación de la Argentina.

Para los observadores norteamericanos el tema focal es el déficit fiscal y el eventual crecimiento de la economía del país, así como el nivel de la deuda respecto del Producto Bruto Interno.

El ministro Machinea advirtió que al elegir plazos más largos para canjear la deuda a vencimiento cercano deberá pagarse tasas más elevadas, pero es necesario repartir en el tiempo los vencimientos para evitar que su acumulación genere un cuello de botella que conduzca a una nueva crisis de pago.

El martes 6 el gobierno argentino consiguió una nueva baja de tasas en el costo de su financiamiento; colocó US$ 700 millones en Letras del Tesoro, con un interés de 6,6% a tres meses de plazo, el más bajo en los últimos 20 meses.

Este valor es casi en la mitad de la tasa de 12,59% que debió aceptar en plena crisis financiera, pre-blindaje, en noviembre de 2000.

Desde que la Reserva Federal de los Estados Unidos comenzó a reducir las tasas de interés en ese país, se inició una tendencia a la baja en el costo del crédito público.

El ministro de Economía, José Luis Machinea estimó que ,en la semana entrante, comenzaría a registrarse una baja en las tasas para los préstamos personales y créditos hipotecarios.

El miércoles, en el Palacio de Hacienda se calculaba que el interés por el canje de bonos de la deuda externa había generado ofertas del orden de US$ 8.000 millones, entre inversores que optaron por adquirir Bonos del Tesoro y aquellos que preferían el Bono Global 2012.

En esa jornada no se habían evaluado las ofertas recibidas ni se podía conocer la tasas efectiva, aunque se estimaba que el Estado aceptaría operaciones por entre US$ 2.500 millones y US$ 3.000 millones.

Al concluir la última semana laboral, se supo que el Gobierno había cambiado bonos por US$ 4.200 millones, operación que permitirá aliviar los pagos previstos hasta 2004; los mercados no esperaban que se superara la meta inicial de canje prevista en US$ 3.000 millones y recibieron favorablemente la novedad.

Esta operación permite una ganancia financiera de US$ 18,5 millones e implica, según fuentes oficiales, una reducción de US$ 191millones en el valor nominal de la deuda pública en una proyección a 30 años.

Daniel Marx, secretario de Finanzas, afirmó que el canje de la deuda tuvo muy buena recepción por parte de los inversores, con lo cual es previsible una mejora en el nivel de riesgo-país.

Sin embargo, las agencias calificadoras Moody´s & Investor Service y Standard & Poor´s consideraron en Nueva York que la operación no es suficiente aún para asegurar una suba en la calificación de la Argentina.

Para los observadores norteamericanos el tema focal es el déficit fiscal y el eventual crecimiento de la economía del país, así como el nivel de la deuda respecto del Producto Bruto Interno.

El ministro Machinea advirtió que al elegir plazos más largos para canjear la deuda a vencimiento cercano deberá pagarse tasas más elevadas, pero es necesario repartir en el tiempo los vencimientos para evitar que su acumulación genere un cuello de botella que conduzca a una nueva crisis de pago.

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