<p>En verdad, hasta el cierre del lunes, eran veintiséis los miembros de la UE que habían subscripto un preacuerdo que pondrá en marcha en julio el pacto fiscal y el mecanismo pro estabilidad financiera (MEF). Por otra parte, recién en la segunda cumbre del año (1º de marzo), presumiblemente, se definirá el volumen de ese instrumento: ¿€ 500.000 o 750.000 millones?<br />
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Con el eventual apartamiento de Polonia, Grecia –o el plan germano- volverán a plantear una fractura. En otras palabras, la cumbre de ayer habrá sido poco menos que inútil. Supuestamente dedicada al crecimiento y la eurocrisis de endeudamiento, todo acabó dominado por la insistencia de Berlín en poner las cuentas helenas bajo tutela de la UE.<br />
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Por ejemplo, “estoy completamente contra la idea de crear un comité para controlar el presupuesto griego”, declaró el luxemburgués Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo. “Para comenzar –puntualizó-, sería preciso modificar los tratados fundacionales”. La propuesta de Wolfgang Schäuble, titular de Hacienda, incluye una especie de “supercomisario europeo” (¿el finés Ollie Rehn?) instalado en Atenas, con facultades de veto sobre los gastos griegos.<br />
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Tal fue la irritación en Bruselas, que la propia Angela Merkel y Schäuble debieron pedir disculpas por la infidencia publicada en algunos medios especializados. Un ortodoxo pro Berlín, el austríaco Werner Feimann, fue tajante: el esquema alemán no sirve y va mal encaminado”. Por el contrario, Suecia, Holanda y Polonia sostuvieron que Atenas debe respetar los compromisos asumidos, aun a costa de medidas extraordinarias.<br />
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Para colmo, el término “kommisar” es inadminisible en países otrora ocupados por el III Reich. En diferente plano, la “tutela” desborda las relaciones normales entre la primera economía al oeste de Rusia y una nación periférica que vive desde hace dos años al borde de la bancarrota. Los aliados de Alemania están hartos de solventar a Grecia y los de esta ven en aquella la voluntad de hegemonía sobre el resto de la Eurozona. <br />
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Continúa Grecia dividiendo a la Unión Europea
En realidad, es el plan intervencionista alemán lo que ha convertido los 27 socios en 26, tal vez en 25 o 24. Depende de checos, polacos y eslovacos. Suecia duda. Tampoco se sabe el monto del fondo salvaestados.