Congo: 200 muertos en enfrentamientos tribales

Las masacres comenzaron después de que el Gobierno reconociera que el presidente Kabila murió como consecuencia del atentado. Los enfrentamientos se producen entre dos tribus en el nordeste del país.

22 enero, 2001

(EFE).- Más de 200 personas murieron en las matanzas tribales que se registran en el nordeste de la República Democrática del Congo (RDC) en vísperas del entierro mañana, martes, en Kinshasa de los restos del asesinado presidente Laurent Kabila.

Los enfrentamientos entre jóvenes de las tribus lendu y hema en los alrededores de Bunia, a orillas del lago Alberto, en la frontera entre la RDC y Uganda, continúan de manera encarnizada, según radios internacionales captadas hoy (lunes 22) en la capital congoleña.

Los dos bandos utilizaron lanzas, azadas y machetes para matar a todo aquel que identificaban como miembro de la comunidad rival, señalaron las emisoras, que citan testigos presenciales.

Según las fuentes, algunas de las víctimas fueron decapitadas y sus cabezas, clavadas en lanzas, y exhibidas por las calles de Bunia por los asesinos.

Numerosas viviendas fueron incendiadas, en algunos casos con sus ocupantes dentro, y muchos miembros de la etnia lendu tuvieron que refugiarse en iglesias y las sedes de organizaciones humanitarias en la ciudad para salvar la vida, añadieron las fuentes.

Las masacres comenzaron apenas horas después de que el Gobierno de Kinshasa reconociera en la noche del jueves pasado que el presidente Laurent Kabila murió como consecuencia del atentado que había sufrido el martes en el “Palacio de Mármol”, su residencia oficial cerca del centro de la ciudad.

En medios diplomáticos en esta capital se desconoce, sin embargo, si el magnicidio fue la causa que desató la ola de enfrentamientos étnicos en el nordeste del país, región que se encuentra bajo la autoridad de un contingente militar de la vecina Uganda.

Los efectivos ugandeses se encuentran en la RDC apoyando a grupos rebeldes congoleños que luchan desde 1998 para derrocar al régimen encabezado hasta la semana pasada por Kabila y ayudan también a los hema en sus disputas con los lendu.

Más de 60 lendu murieron en la madrugada del viernes cuando grupos de esta etnia atacaron el aeropuerto de Bunia para destruir helicópteros que las tropas ugandesas estaban usando contra ellos pero fueron detenidos por los hemas y los propios ugandeses, que utilizaron armas pesadas y tanques para repeler el ataque.

Los hema y los lendu se han disputado durante décadas las tierras de la zona, pero sus enfrentamientos se han tornado encarnizados desde que comenzó hace más de dos años la rebelión contra el gobierno de Kinshasa ya que los dos bandos poseen ahora fusiles y otras armas de fuego.

Versiones procedentes del área indican que cerca de 7.000 personas habrían muerto desde entonces en los choques tribales, aunque la información no ha sido confirmada fehacientemente.

En las últimas semanas la lucha ha sido particularmente sangrienta y unos 6.000 desplazados por los combates, en su mayoría hemas, han cruzado la frontera para refugiarse en Uganda.

El gobierno ugandés respalda al Frente de Liberación del Congo (FLC), que se formó con las fuerzas del antiguo Movimiento de Liberación Congolés (MLC), dirigido por Jean Pierre Bemba y que opera en la norteña provincia de Ecuador, y una facción escindida de la Agrupación Congoleña para la Democracia (ACD), liderada por Mbusa Nyamwisi.

El gobierno de la RDC lucha asimismo contra la facción original de la ACD, dirigida por Adolphe Onusumba y radicada en la ciudad de Goma, en la provincia oriental de Kivu, donde los insurgentes son respaldados por tropas de Ruanda.

Las milicias rebeldes fueron detenidas a las puertas de Kinshasa a finales de agosto de 1998 por efectivos de Angola, Zimbabue y Namibia, que llegaron en auxilio de Kabila y desde entonces sostienen en el poder al régimen congolés.

(EFE).- Más de 200 personas murieron en las matanzas tribales que se registran en el nordeste de la República Democrática del Congo (RDC) en vísperas del entierro mañana, martes, en Kinshasa de los restos del asesinado presidente Laurent Kabila.

Los enfrentamientos entre jóvenes de las tribus lendu y hema en los alrededores de Bunia, a orillas del lago Alberto, en la frontera entre la RDC y Uganda, continúan de manera encarnizada, según radios internacionales captadas hoy (lunes 22) en la capital congoleña.

Los dos bandos utilizaron lanzas, azadas y machetes para matar a todo aquel que identificaban como miembro de la comunidad rival, señalaron las emisoras, que citan testigos presenciales.

Según las fuentes, algunas de las víctimas fueron decapitadas y sus cabezas, clavadas en lanzas, y exhibidas por las calles de Bunia por los asesinos.

Numerosas viviendas fueron incendiadas, en algunos casos con sus ocupantes dentro, y muchos miembros de la etnia lendu tuvieron que refugiarse en iglesias y las sedes de organizaciones humanitarias en la ciudad para salvar la vida, añadieron las fuentes.

Las masacres comenzaron apenas horas después de que el Gobierno de Kinshasa reconociera en la noche del jueves pasado que el presidente Laurent Kabila murió como consecuencia del atentado que había sufrido el martes en el “Palacio de Mármol”, su residencia oficial cerca del centro de la ciudad.

En medios diplomáticos en esta capital se desconoce, sin embargo, si el magnicidio fue la causa que desató la ola de enfrentamientos étnicos en el nordeste del país, región que se encuentra bajo la autoridad de un contingente militar de la vecina Uganda.

Los efectivos ugandeses se encuentran en la RDC apoyando a grupos rebeldes congoleños que luchan desde 1998 para derrocar al régimen encabezado hasta la semana pasada por Kabila y ayudan también a los hema en sus disputas con los lendu.

Más de 60 lendu murieron en la madrugada del viernes cuando grupos de esta etnia atacaron el aeropuerto de Bunia para destruir helicópteros que las tropas ugandesas estaban usando contra ellos pero fueron detenidos por los hemas y los propios ugandeses, que utilizaron armas pesadas y tanques para repeler el ataque.

Los hema y los lendu se han disputado durante décadas las tierras de la zona, pero sus enfrentamientos se han tornado encarnizados desde que comenzó hace más de dos años la rebelión contra el gobierno de Kinshasa ya que los dos bandos poseen ahora fusiles y otras armas de fuego.

Versiones procedentes del área indican que cerca de 7.000 personas habrían muerto desde entonces en los choques tribales, aunque la información no ha sido confirmada fehacientemente.

En las últimas semanas la lucha ha sido particularmente sangrienta y unos 6.000 desplazados por los combates, en su mayoría hemas, han cruzado la frontera para refugiarse en Uganda.

El gobierno ugandés respalda al Frente de Liberación del Congo (FLC), que se formó con las fuerzas del antiguo Movimiento de Liberación Congolés (MLC), dirigido por Jean Pierre Bemba y que opera en la norteña provincia de Ecuador, y una facción escindida de la Agrupación Congoleña para la Democracia (ACD), liderada por Mbusa Nyamwisi.

El gobierno de la RDC lucha asimismo contra la facción original de la ACD, dirigida por Adolphe Onusumba y radicada en la ciudad de Goma, en la provincia oriental de Kivu, donde los insurgentes son respaldados por tropas de Ruanda.

Las milicias rebeldes fueron detenidas a las puertas de Kinshasa a finales de agosto de 1998 por efectivos de Angola, Zimbabue y Namibia, que llegaron en auxilio de Kabila y desde entonces sostienen en el poder al régimen congolés.

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