Comienza la huelga por 36 horas

A las doce comienza el tercer paro general contra De la Rúa quien calificó a la medida como "inverosímil" y "sin sentido". Mañana se suma la CGT "oficial".

23 noviembre, 2000

El Gobierno enfrenta, a partir de hoy (jueves 23) a las doce horas, un paro nacional que amenaza en convertirse, no sólo en el más importante de los realizados durante la gestión De la Rúa, sino en la medida de fuerza más contundente y conflictiva de los últimos años.

Un escenario caracterizado por las tres centrales obreras (las dos CGT y la CTA) unidas, los estallidos sociales previos ocurridos en las rutas del interior del país (ver “Violencia en cortes de rutas”) y los hechos de intimidación para lograr una mayor adhesión al paro, promete que esta huelga no será una más.

El panorama se completa con una ministro de Trabajo relativamente novel, un presidente que se muestra muy enojado y parte de la coalición gobernante a favor de los sindicalistas (ver “Diputados del Frepaso apoyan el paro”).

El presidente Fernando de la Rúa sostuvo que la huelga, la tercera que fue convocada en contra de su gestión, es “inverosímil” y “sin sentido”.

De la Rúa se mostró muy enojado a la hora de referirse públicamente a la medida convocada por la CGT “rebelde” y atacó, abiertamente, a los sindicalistas. “Estos que no le pararon a (Carlos) Menem—afirmó— nos paran a nosotros”.

Con el mismo tono rechazó la hipótesis de que el eventual resultado de la huelga pueda convertirse en una calificación de su gestión. “La gestión del Gobierno es evaluada por el pueblo; yo sé que la situación es difícil, pero estamos trabajando para superarla”, dijo el Presidente.

Por otra parte, la ministro de Trabajo, Patricia Bullrich, recibió ayer (miércoles 22) a los sindicalistas Hugo Moyano, Juan Manuel Palacios (Unión Tranviaria Automotor) y Omar Viviani (Gremio de los Taxistas) y al abogado del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), Héctor Recalde.

Por la noche, Bullrich debatió con Daer en un programa televisivo ( ver ” Bullrich debatió con Daer”)y asistió a una reunión convocada por el presidente De la Rúa en la Casa Rosada, a propósito de la huelga.

Para intentar mantener un ordenamiento y control sobre las calles, el Gobierno ordenó a la Policía Federal que disponga un gran numero de efectivos de seguridad para actuar ante posibles hechos de violencia.

La preocupación del Ministerio del Interior se basa en los hechos de violencia e intimidación que ocurrieron en las últimas horas previas al paro.

Más de un centenar de colectivos sufrieron diversos ataques, tanto en la Capital Federal como en el conurbano bonaerense.

Para prevenir incidentes, la Policía Federal y la bonaerense anunciaron que reforzarán los puntos estratégicos como terminales de ómnibus y trenes, al tiempo que destinarán más efectivos a patrullar las calles, para velar por la seguridad de quienes no adhieran a la huelga y deseen o deban asistir a sus lugares de trabajo.

El Gobierno enfrenta, a partir de hoy (jueves 23) a las doce horas, un paro nacional que amenaza en convertirse, no sólo en el más importante de los realizados durante la gestión De la Rúa, sino en la medida de fuerza más contundente y conflictiva de los últimos años.

Un escenario caracterizado por las tres centrales obreras (las dos CGT y la CTA) unidas, los estallidos sociales previos ocurridos en las rutas del interior del país (ver “Violencia en cortes de rutas”) y los hechos de intimidación para lograr una mayor adhesión al paro, promete que esta huelga no será una más.

El panorama se completa con una ministro de Trabajo relativamente novel, un presidente que se muestra muy enojado y parte de la coalición gobernante a favor de los sindicalistas (ver “Diputados del Frepaso apoyan el paro”).

El presidente Fernando de la Rúa sostuvo que la huelga, la tercera que fue convocada en contra de su gestión, es “inverosímil” y “sin sentido”.

De la Rúa se mostró muy enojado a la hora de referirse públicamente a la medida convocada por la CGT “rebelde” y atacó, abiertamente, a los sindicalistas. “Estos que no le pararon a (Carlos) Menem—afirmó— nos paran a nosotros”.

Con el mismo tono rechazó la hipótesis de que el eventual resultado de la huelga pueda convertirse en una calificación de su gestión. “La gestión del Gobierno es evaluada por el pueblo; yo sé que la situación es difícil, pero estamos trabajando para superarla”, dijo el Presidente.

Por otra parte, la ministro de Trabajo, Patricia Bullrich, recibió ayer (miércoles 22) a los sindicalistas Hugo Moyano, Juan Manuel Palacios (Unión Tranviaria Automotor) y Omar Viviani (Gremio de los Taxistas) y al abogado del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), Héctor Recalde.

Por la noche, Bullrich debatió con Daer en un programa televisivo ( ver ” Bullrich debatió con Daer”)y asistió a una reunión convocada por el presidente De la Rúa en la Casa Rosada, a propósito de la huelga.

Para intentar mantener un ordenamiento y control sobre las calles, el Gobierno ordenó a la Policía Federal que disponga un gran numero de efectivos de seguridad para actuar ante posibles hechos de violencia.

La preocupación del Ministerio del Interior se basa en los hechos de violencia e intimidación que ocurrieron en las últimas horas previas al paro.

Más de un centenar de colectivos sufrieron diversos ataques, tanto en la Capital Federal como en el conurbano bonaerense.

Para prevenir incidentes, la Policía Federal y la bonaerense anunciaron que reforzarán los puntos estratégicos como terminales de ómnibus y trenes, al tiempo que destinarán más efectivos a patrullar las calles, para velar por la seguridad de quienes no adhieran a la huelga y deseen o deban asistir a sus lugares de trabajo.

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