Según los términos del programa, los países de la zona del euro y el FMI conceden a Chipre un rescate de hasta 10.000 millones con una serie de condiciones para garantizar un sector financiero saneado y transparente.
No obstante, el rescate cambiará el sistema de bienestar social con respecto al modelo actual, indicaron. “El sistema de bienestar social será revisado con el fin de garantizar la sostenibilidad y la justicia social”, señalaron Rehn y Lagarde, apuntando a la creación de un modelo de negocio más equilibrado en Chipre en el que la banca ya no tenga tanto peso.
En las nuevas negociaciones de Chipre con la troika -la CE, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE), el Gobierno de Nikos Anastasiadis logró arañar compromisos a la tríada y un tratamiento favorable a la hora de devolver la ayuda internacional que recibirá.
El memorando establece un periodo de amortización del préstamo de los 10.000 millones de euros de 22 años, a empezar a pagar dentro de diez, y a un interés que oscilará entre el 2,5 % y el 2,7 % .
Chipre tendrá de plazo hasta 2018 para completar su programa de ajuste fiscal, dos años más de lo previsto inicialmente.