Las relaciones entre los dos países están tan bajas que los diplomáticos japoneses intentan por todos los medios asegurar una primera reunión entre el Primer Ministro Shinzo Abe y Xi cuando Beijing sea el anfitrión de la cumbre de la cooperación económica del Asia-Pacífico la semana próxima.
Ambos países están enfrentados en muchos temas, pero el más serio es la disputa por las Islas Senkaku en el Mar de China. Hay señales, sin embargo, de que podría haber una reunión entre ambos líderes. En China, por ejemplo, han bajado el tono en las declaraciones sobre su vecino. Algunos dicen que porque Xi no quiere ensuciar la cumbre de APEC, el acontecimiento internacional del año en China.
Los pesimistas advierten que la reunión podría no ser más que un apretón de manos de cortesía. Otros, sin embargo, esperan que los líderes puedan mirar más allá de sus profundas divisiones después de dos años de tensiones donde Japón aumentó su gasto militar y ahondó alianzas con India y Australia para contrarrestar el ascenso de China.