<p>El propio primer ministro, Wen Jiabao, recomendaba días atrás “instrumentar estrategias para acelerar adquisiciones, respaldadas en reservas internacionales”. El alto funcionario estaba hablando con un grupo de diplomáticos, ante quienes recalcó la necesidad de “salir a plantear inversiones”. <br />
<br />
Su mensaje se dirige particularmente a grandes grupos industriales o mineros como PetroChina, Chinalco, China Telecom, Bank of China y los ferrocarriles. Vale decir, las bases del capitalismo de estado típico del gigante.<br />
<br />
Según señala Qu Hongbin, analista principal de Hongkong-Shanghai Banking Corp. (HSBC) en cuestiones chinas, “es la primera vez que el gobierno articula políticas concretas explícitamente orientadas a inversiones directas. Esto es, en activos exteriores no financieros”.<br />
<br />
Por supuesto, el estado realizaba este tipo de acciones, aunque no en un contexto como el propuesto ahora, sino en escala modesta. Sus colocaciones en activos reales fueron subiendo de US$ 143 millones en 2002 a US$ 40.700 millones en 2008.<br />
<br />
Wen no aportó detalles acerca de hasta que tope o cómo se canalizará esa enorme masa de capital. No obstante, Qu y otros expertos privados estiman que la nueva iniciativa integra una estrategia tendiente a reducir la parte en dólares –o deuda norteamericana titulizada- en función de divisas. “Se trata de una diversificación muy amplia. En lugar de acumular reservas y activos financieros de corto plazo –estiman en Tokio y Singapur-, Beijing prefiere colocaciones de largo aliento en sectores de la economía real. <br />
<br />
Las áreas claves serán hidrocarburos, recursos naturales renovables, tierras arables y explotaciones agrícolas. De hecho, la crisis sistémica occidental (que no es global, subraya Qu) fomenta una cacería internacional de activos físicos, no ya financieros. En esa forma, China Investments, fondo soberano de US$ 200.000 millones se dedica desde 2007 a captar participaciones en grandes conglomerados diversos.</p>
<p> </p>
China usa sus reservas para comprar activos externos
Beijing continúa usando las mayores disponibilidades mundiales de moneda fuerte (US$ 2,13 billones millones de millones-) para apoyar compras de activos en el exterior por parte de sus empresas. Cabe notar que no hay allá sector privado, en el sentido occidental del término.