<p>“Esperamos que el gobierno estadounidense adopte rápidamente medidas para proteger los intereses de acreedores e inversores”, conminó el funcionario. Este gesto, sin duda, le sube el voltaje a un debate de meses sobre la balanza de pagos, clave de las relaciones financieras entre ambas potencias.<br />
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China eligió el momento justo: Barack Obama inicia una “gira proselitista”de tres días, Facebook inclusive. No para juntar votos con vistas a 2012, sino para “vender” el traqueteado proyecto presupuestario 2012/13. Mientras el presidente se aprestaba a la recorrida, la oposición optó por politizarla: Marylin Davenport, portavoz del Tea party, distribuyó por Internet un fotomontaje donde Obama es un chimpancé.<br />
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Este clima sórdido –la imagen alcanzó Hongkong y Taipei- no contribuyó a la tranquilidad de los chinos, máximos acreedores y tenedores de deuda norteamericana. Naturalmente, el problema básico es Standard & Poor’s y un déficit que Washington se propone recortar en doce billones a mediano plazo.<br />
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El tema queda claro en la respuesta de Timothy Geithner, secretario del Tesoro, al primer ministro Wen Jiabao. Ahí, el alto funcionario resta relevancia al veredicto de S&P, pero detalla en profundidad la propuesta fiscal al Congreso. Después de todo, tiene sentido que Washington dé explicaciones al primer acreedor: China acumulaba, a fin de febrero, US$ 1,154 billones de deuda estadounidense.<br />
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China se enojó con EE.UU a raíz de S&P
Tras examinar el dictamen de la agencia calificadora, pasando a negativas las perspectivas cortoplacistas de la deuda norteamericana, la cancillería se mostró más que inquieta. Así señaló el vocero Hong Lei, transmitiendo la irritación de Beijing