China: pocos síntomas de desaceleración económica

Por fin, las medidas de Beijing para enfriar una economía en apariencia recalentada parecen dar escasos frutos. Pero los expertos no se ponen de acuerdo sobre sus efectos y límites. Algunos hasta creen que es un “espejismo estadístico”.

10 junio, 2005

Desde mediados de 2004, la actividad económica china se mostraba por demás pertinaz y resistía esfuerzos para enfriar su expansión a niveles sustentables. Ciertos sectores, por ejemplo el automotor, han perdido impulso; pero la economía en general se mantiene en auge, debido a crecientes exportaciones.

El producto bruto interno subió 9,4% -ritmo anual- durante el primer trimestre, por lo cual varios analistas elevaron proyecciones para todo 2005. Pero ocurre que el PBI es uno de las grandes indicadores afectados por el atraso estadigráfico chino y, a veces, los intereses políticos del gobierno. Un perfil similar se observa en India.

Ahora, de repente surgen signos –no muchos- de que la economía quizás esté por perder ritmo. Si bien nadie espera que el crecimiento “oficial” ceda en alto grado, los próximos trimestres (no tanto el que termina este mes) tal vez reduzcan el impulso anual del PBI a 8/9%. Motivos: algunos indicadores relevantes (inversión bruta fija, márgenes de utilidad) sugieren que el ciclo de negcoios irá aflojando.

“El clima viene canmbiandi desde mayo”, apunta Benjamin Simpfendorfer, experto de JP Morgan Chase Hongkong. “El yüan, atado al dólar, viene acompañando los retrocesos de la divisa, pero no tanto sus rebotes”. Por otra parte, desde julio 1.900 de las 5.700 cementeras existentes en el Reino del Medio han reducido o interrumpido operaciones. En este caso, influyen la menor demnada interna y el alza de insumos.

También pesan las señales inflacionarias que, aunque contradictorias, podría frnar a varios sectores, el consumo en particular. Por ejemplo, aunque los preios minorostan siguen estables, los mayoristas están aumentado perceptiblemente. Al respecto, otro analista –James Walter, de CLSA Asia-Pacific Markets- estima que la recidiva inflacionaria puede llevar a una clara desaceleración al cabo de año y medio.

Hong Liang (Goldman Sachs Hongkong) plantea las cosas desde el lado cambiario. “La paridad dólar-yüan es la principal incertidumbre. I las presiones llevan a revaluar, digamos, 10% la moneda local, al crecimiento perderá bastante ritmo. De lo contrario, las tasas actuales podrían perdurar largo tiempo”.

Desde mediados de 2004, la actividad económica china se mostraba por demás pertinaz y resistía esfuerzos para enfriar su expansión a niveles sustentables. Ciertos sectores, por ejemplo el automotor, han perdido impulso; pero la economía en general se mantiene en auge, debido a crecientes exportaciones.

El producto bruto interno subió 9,4% -ritmo anual- durante el primer trimestre, por lo cual varios analistas elevaron proyecciones para todo 2005. Pero ocurre que el PBI es uno de las grandes indicadores afectados por el atraso estadigráfico chino y, a veces, los intereses políticos del gobierno. Un perfil similar se observa en India.

Ahora, de repente surgen signos –no muchos- de que la economía quizás esté por perder ritmo. Si bien nadie espera que el crecimiento “oficial” ceda en alto grado, los próximos trimestres (no tanto el que termina este mes) tal vez reduzcan el impulso anual del PBI a 8/9%. Motivos: algunos indicadores relevantes (inversión bruta fija, márgenes de utilidad) sugieren que el ciclo de negcoios irá aflojando.

“El clima viene canmbiandi desde mayo”, apunta Benjamin Simpfendorfer, experto de JP Morgan Chase Hongkong. “El yüan, atado al dólar, viene acompañando los retrocesos de la divisa, pero no tanto sus rebotes”. Por otra parte, desde julio 1.900 de las 5.700 cementeras existentes en el Reino del Medio han reducido o interrumpido operaciones. En este caso, influyen la menor demnada interna y el alza de insumos.

También pesan las señales inflacionarias que, aunque contradictorias, podría frnar a varios sectores, el consumo en particular. Por ejemplo, aunque los preios minorostan siguen estables, los mayoristas están aumentado perceptiblemente. Al respecto, otro analista –James Walter, de CLSA Asia-Pacific Markets- estima que la recidiva inflacionaria puede llevar a una clara desaceleración al cabo de año y medio.

Hong Liang (Goldman Sachs Hongkong) plantea las cosas desde el lado cambiario. “La paridad dólar-yüan es la principal incertidumbre. I las presiones llevan a revaluar, digamos, 10% la moneda local, al crecimiento perderá bastante ritmo. De lo contrario, las tasas actuales podrían perdurar largo tiempo”.

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