China se incorporó a la lista de las 25 economías más innovadoras del mundo, en la que Suiza, Suecia, Reino Unido, EEUU, Finlandia y Singapur encabezan la clasificación del Ãndice Mundial de Innovación de 2016, publicado por la Universidad Cornell, el INSEAD y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
La progresión de China refleja una mejora de desempeño en el ámbito de la innovación. Sin embargo, más allá de China, persiste la “brecha en materia de innovación” entre los países desarrollados y los países en desarrollo, en un contexto de creciente toma de conciencia entre los responsables políticos sobre la importancia de fomentar la innovación para tener economías dinámicas y competitivas.
El estudio destaca que para que haya innovación es necesario invertir de manera constante. Antes de la crisis de 2009, el gasto en investigación y desarrollo (I+D) creció a un ritmo anual de aproximadamente 7%. Los datos del Ãndice Mundial de Innovación 2016 indican que la I+D mundial creció sólo 4% en 2014. Esto fue consecuencia de un menor crecimiento en las economías emergentes y de presupuestos más ajustados en la partida de I+D en las economías de ingresos altos. Esto sigue siendo motivo de preocupación.