<p>“Después de casi tres años de crisis sistémica en occidente, sus aspectos negativos (esencialmente en el sector privado) vuelven corregidos y aumentados. Los responsables de aquellos excesos –señalaba Joseph Stiglitz, Nobel 2001-, en particular los grandes banqueros occidentales, festejan y reparten remuneraciones escandalosas a sus principales operadores”.</p>
<p>Sin parar mientes en la agenda de la próxima cumbre, “la especulación remonta vuelo y los derivados circulan cada día más. Asentado el polvo de la crisis 2007/09, pero no agotado el fenómeno –sostuvo Tremonti-, queda al descubierto una profunda confusión entre crisis sistémica y ciclo económico. Esto explica los billones insumidos en rescates por algunos bancos centrales”.</p>
<p>Secundado por Paul Krugman, Stiglitz insiste en que “los malos banqueros y sus aliados en los medios están nuevamente entre nosotros”. Su persistencia –cree el Nobel 2008- “impide ser optimista sobre el crecimiento de las economías centrales. Ni siquiera el Fondo Monetario Internacional lo es, pese a sus estratos técnicos aún plagados de analistas afines a la gran banca anglosajona”. Su apoyo es nadie menos que John Lipsky, segundo de Dominique Strauss-Kahn. Ahora, el gurú Nouriel Roubini se suma a la receta monetarista y la recomienda a la Argentina y otras economías en desarrollo.</p>
<p>Este contexto pesimista incluye la batalla global entre divisas y monedas, que hace “muy frágil la recuperación mundial”, subraya el propio FMI, llamándole “global” a un fenómeno puramente occidental. Por cierto, las principales economías emergentes no han sido alcanzadas por la recesión, en buena parte porque intervienen proactivamente en materia cambiaria y otros aspectos.</p>
<p>En cuanto a Bernanke, de pronto regresó a la escena anunciando que la Reserva Federal volverá a emitir a rolete para estimular su economía. Lo hará, empero, sabiendo que las elecciones de medio mandato están demasiado cerca (martes 2 de noviembre) para que cualquier medida monetaria surta efecto positivo en las encuestas de opinión. Pero hay otro detalle, que se notará en la reunión del g-20, después de esos comicios: el grueso del grupo aplica políticas intervencionistas mucho más próximas a las de China que a la cartilla del FMI. No obstante, Lipsky se aferra al difunto consenso de Washington (1989). <br />
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¿China & Co. frustrarán otra cumbre al grupo de los 20?
En la reciente asamblea FMI-Banco Mundial, el grupo de los 7 quiso aislar a Beijing y acabó con Benjamin Bernanke atacado en el G-20. Un golpe fue demoledor: la especulación tiene el campo libre, afirmó Giulio Tremonti, ministro italiano de economía.