Chacho Alvarez explicó su renuncia

Dijo que no puede acompañar “pasivamente o en silencio” decisiones de De la Rúa que se contradicen con sus convicciones. Reclamó cambiar “drásticamente” la forma de hacer política.

6 octubre, 2000

“Respeto las decisiones del Presidente (Fernando de la Rúa); sin embargo, no puedo acompañarlas pasivamente o en silencio, porque son contradictorias con las decisiones que vengo reclamando”.

Así explicó Carlos Chacho Alvarez las razones de su renuncia a la Vicepresidencia de la Nación.

Ante un enfervorizado auditorio de simpatizantes de la agrupación política que lidera, el Frepaso, Alvarez leyó la extensa nota de renuncia y luego improvisó un par de párrafos.

En lo medular, esas razones se centran en lo que definió como una crisis política cuya manifestación más notoria fue, a su juicio, la denuncia de sobornos a senadores para que aprobaran la ley de reforma laboral.

“Sé que el cargo de Vicepresidente no permite mayores desacuerdos sobre un tema tan sensible como los sobornos a los senadores”, afirmó Alvarez.

El ahora ex vicepresidente reclamó “cambiar drásticamente la forma de hacer política en nuestro país”.

“Estoy convencido de que estamos ante una crisis terminal en la manera de hacer política, en la relación entre el poder político y el poder económico, y en el vínculo entre la política y la gente”, dijo.

“Cuanto más avanzan la pobreza, la desocupación, el escepticismo y la apatía, desde no pocos lugares se responde con dinero negro, compra y venta de leyes, más pragmatismo y más protagonismo para quienes operan en la política como si fuera un gran negocio para pocos”, señaló.

Y agregó: “Esta realidad no acepta medias tintas. No se puede tratar el cáncer con aspirinas. Pero muchos de los que deben investigar los actos de corrupción difícilmente podrían soportar una investigación a fondo sobre sus patrimonios”.

“O se está con lo viejo que debe morir, o se lucha por lo nuevo que esta crisis debe ayudar a alumbrar”, añadió.

Pese al énfasis que puso en el caso del Senado, aclaró: “Los senadores no están enfrentados conmigo; están enfrentados con la gente”.

“Sigo teniendo la convicción de que hacer gestos políticos fuertes es lo que está esperando la sociedad para resolver la crisis política”, dijo Alvarez.

“Confío en que mi renuncia contribuya a que se tomen las decisiones que la sociedad espera”, agregó, dado que “no se necesita ser vicepresidente para luchar por una Argentina mejor”.

Alvarez aseguró que sigue siendo “leal” a De la Rúa y a “los compromisos con la ciudadanía” que votó a la Alianza, y aseguró que va a “seguir peleando desde el llano por los mismos ideales” por los que bregó en su vida.

“Lo importante es que hagamos lo que dijimos a la gente; lo demás es anécdota”, agregó.

“Respeto las decisiones del Presidente (Fernando de la Rúa); sin embargo, no puedo acompañarlas pasivamente o en silencio, porque son contradictorias con las decisiones que vengo reclamando”.

Así explicó Carlos Chacho Alvarez las razones de su renuncia a la Vicepresidencia de la Nación.

Ante un enfervorizado auditorio de simpatizantes de la agrupación política que lidera, el Frepaso, Alvarez leyó la extensa nota de renuncia y luego improvisó un par de párrafos.

En lo medular, esas razones se centran en lo que definió como una crisis política cuya manifestación más notoria fue, a su juicio, la denuncia de sobornos a senadores para que aprobaran la ley de reforma laboral.

“Sé que el cargo de Vicepresidente no permite mayores desacuerdos sobre un tema tan sensible como los sobornos a los senadores”, afirmó Alvarez.

El ahora ex vicepresidente reclamó “cambiar drásticamente la forma de hacer política en nuestro país”.

“Estoy convencido de que estamos ante una crisis terminal en la manera de hacer política, en la relación entre el poder político y el poder económico, y en el vínculo entre la política y la gente”, dijo.

“Cuanto más avanzan la pobreza, la desocupación, el escepticismo y la apatía, desde no pocos lugares se responde con dinero negro, compra y venta de leyes, más pragmatismo y más protagonismo para quienes operan en la política como si fuera un gran negocio para pocos”, señaló.

Y agregó: “Esta realidad no acepta medias tintas. No se puede tratar el cáncer con aspirinas. Pero muchos de los que deben investigar los actos de corrupción difícilmente podrían soportar una investigación a fondo sobre sus patrimonios”.

“O se está con lo viejo que debe morir, o se lucha por lo nuevo que esta crisis debe ayudar a alumbrar”, añadió.

Pese al énfasis que puso en el caso del Senado, aclaró: “Los senadores no están enfrentados conmigo; están enfrentados con la gente”.

“Sigo teniendo la convicción de que hacer gestos políticos fuertes es lo que está esperando la sociedad para resolver la crisis política”, dijo Alvarez.

“Confío en que mi renuncia contribuya a que se tomen las decisiones que la sociedad espera”, agregó, dado que “no se necesita ser vicepresidente para luchar por una Argentina mejor”.

Alvarez aseguró que sigue siendo “leal” a De la Rúa y a “los compromisos con la ciudadanía” que votó a la Alianza, y aseguró que va a “seguir peleando desde el llano por los mismos ideales” por los que bregó en su vida.

“Lo importante es que hagamos lo que dijimos a la gente; lo demás es anécdota”, agregó.

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