Un informe de la Secretaría de Desarrollo Social reveló que el 44,3 por ciento de los argentinos menores de 14 años son pobres. El trabajo realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) sostiene que algo más de 4.547.000 chicos disponen diariamente de 2,20 pesos para subsistir. El informe llegó a esa conclusión ya que el 20 por ciento de los hogares argentinos más pobres vive con un promedio de 355 pesos mensuales; en esos hogares viven 5 personas por vivienda, en su mayoría menores. Los datos indicaron también la existencia de una relación directa entre pobreza y educación: en los hogares con altos ingresos sólo el 4,5 por ciento de los niños accedió tardíamente a la escuela, mientras que en las viviendas con escasos recursos el 7,9 por ciento de los chicos ingresó al sistema educativo con retraso. Esta situación se vio agravada con respecto a la entrada de los adolescentes al secundario: en los hogares pobres casi el 25 por ciento accedió con retraso ala enseñanza media, mientras que en el caso de las viviendas ricas ese índice fue de sólo el 8,5 por ciento.
Un informe de la Secretaría de Desarrollo Social reveló que el 44,3 por ciento de los argentinos menores de 14 años son pobres. El trabajo realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) sostiene que algo más de 4.547.000 chicos disponen diariamente de 2,20 pesos para subsistir. El informe llegó a esa conclusión ya que el 20 por ciento de los hogares argentinos más pobres vive con un promedio de 355 pesos mensuales; en esos hogares viven 5 personas por vivienda, en su mayoría menores. Los datos indicaron también la existencia de una relación directa entre pobreza y educación: en los hogares con altos ingresos sólo el 4,5 por ciento de los niños accedió tardíamente a la escuela, mientras que en las viviendas con escasos recursos el 7,9 por ciento de los chicos ingresó al sistema educativo con retraso. Esta situación se vio agravada con respecto a la entrada de los adolescentes al secundario: en los hogares pobres casi el 25 por ciento accedió con retraso ala enseñanza media, mientras que en el caso de las viviendas ricas ese índice fue de sólo el 8,5 por ciento.