Casella denunció que se intenta dejar a la UCR sin candidato

Juan Manuel Casella, quien renunció a la vicepresidencia de la UCR, denunció la posibilidad de que se deje a su partido "sin candidato" para encarar "algún tipo de negocio electoral" con el justicialismo.

20 diciembre, 2002

“Espero que nadie esté especulando con dejar al radicalismo sin
candidato y de esa manera facilitar algún tipo de negocio
electoral con el oficialismo. Eso siempre está como telón de
fondo. Me parece que sería una operación política ruinosa, no ya
para el radicalismo, sino para la democracia”, enfatizó Casella.

El dirigente radical advirtió que esa posibilidad “se pensó muy
seriamente” en ámbitos políticos, y se dedicó a “prevenir sobre
esa intencionalidad”.

De esa forma, aunque sin mencionarlo, Casella apuntó contra el
precandidato Leopoldo Moreau, a quien el sector que se le opone en
el partido acusa de un excesivo acercamiento con el Gobierno
nacional.
Casella dijo al respecto que la UCR no debe “atentar contra la
existencia de un sistema político equilibrado, con pesos y
contrapesos, que funcione adecuadamente”.

En declaraciones radiales formuladas esta mañana, hora después
de anunciada su dimisión en el partido, Casella volvió a denunciar
–tal como lo había hecho en el texto de su renuncia– que “la
demora” en el escrutinio de las internas se debe a la intención
de “acomodar alguna cifra”.

Asimismo, estimó que el escandaloso escrutinio de los comicios
internos entre Rodolfo Terragno y Leopoldo Moreau terminaría de
dirimirse ante la Justicia, lo que consideró como “una
vergüenza”.
Casella consideró que luego de que los recursos por
impugnaciones en distritos como el Chaco y Formosa lleguen a la
Junta Electoral Nacional de la UCR, pasarán a la Justicia.
“Esta posibilidad de fraude en la Unión Cívica Radical es
realmente lamentable y significa un deterioro muy fuerte”,
enfatizó Casella, quien manifestó su sensación de “tristeza,
agobio e indigación”.

Añadió que “este proceso es particularmente dañino para la UCR
porque se trata de un partido cuyo origen histórico está vinculado
con el voto de la gente, con la posibilidad de que la gente
participe formalmente y que nació contra el fraude”.
“La demora interminable (en el escrutinio) está vinculada con
la intención que yo presumo de acomodar alguna cifra para
beneficiar a a éste o a aquel candidato. Realmente es terrible”,
enfatizó.

Al justificar su dimisión, que en la víspera desató una crisis
institucional en el radicalismo, Casella admitió que “la gente no
gusta de las renuncias”, apero advirtió que “hay veces que los
cargos hay que usarlos como elemento de toma de conciencia”.

“Hay una especie de consentimiento tácito si uno se queda
sentadito y callado la boca. Lo formal no alcanza, entonces hace
falta un gesto más dramático”, remarcó.

En tanto, Casella advirtió que existe el “peligro” de que el
radicalismo se fracture, aunque estimó que “el cuerpo partidario
no está preparado para una medida de esa naturaleza”.

“Espero que nadie esté especulando con dejar al radicalismo sin
candidato y de esa manera facilitar algún tipo de negocio
electoral con el oficialismo. Eso siempre está como telón de
fondo. Me parece que sería una operación política ruinosa, no ya
para el radicalismo, sino para la democracia”, enfatizó Casella.

El dirigente radical advirtió que esa posibilidad “se pensó muy
seriamente” en ámbitos políticos, y se dedicó a “prevenir sobre
esa intencionalidad”.

De esa forma, aunque sin mencionarlo, Casella apuntó contra el
precandidato Leopoldo Moreau, a quien el sector que se le opone en
el partido acusa de un excesivo acercamiento con el Gobierno
nacional.
Casella dijo al respecto que la UCR no debe “atentar contra la
existencia de un sistema político equilibrado, con pesos y
contrapesos, que funcione adecuadamente”.

En declaraciones radiales formuladas esta mañana, hora después
de anunciada su dimisión en el partido, Casella volvió a denunciar
–tal como lo había hecho en el texto de su renuncia– que “la
demora” en el escrutinio de las internas se debe a la intención
de “acomodar alguna cifra”.

Asimismo, estimó que el escandaloso escrutinio de los comicios
internos entre Rodolfo Terragno y Leopoldo Moreau terminaría de
dirimirse ante la Justicia, lo que consideró como “una
vergüenza”.
Casella consideró que luego de que los recursos por
impugnaciones en distritos como el Chaco y Formosa lleguen a la
Junta Electoral Nacional de la UCR, pasarán a la Justicia.
“Esta posibilidad de fraude en la Unión Cívica Radical es
realmente lamentable y significa un deterioro muy fuerte”,
enfatizó Casella, quien manifestó su sensación de “tristeza,
agobio e indigación”.

Añadió que “este proceso es particularmente dañino para la UCR
porque se trata de un partido cuyo origen histórico está vinculado
con el voto de la gente, con la posibilidad de que la gente
participe formalmente y que nació contra el fraude”.
“La demora interminable (en el escrutinio) está vinculada con
la intención que yo presumo de acomodar alguna cifra para
beneficiar a a éste o a aquel candidato. Realmente es terrible”,
enfatizó.

Al justificar su dimisión, que en la víspera desató una crisis
institucional en el radicalismo, Casella admitió que “la gente no
gusta de las renuncias”, apero advirtió que “hay veces que los
cargos hay que usarlos como elemento de toma de conciencia”.

“Hay una especie de consentimiento tácito si uno se queda
sentadito y callado la boca. Lo formal no alcanza, entonces hace
falta un gesto más dramático”, remarcó.

En tanto, Casella advirtió que existe el “peligro” de que el
radicalismo se fracture, aunque estimó que “el cuerpo partidario
no está preparado para una medida de esa naturaleza”.

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