Cardoso: “El FMI se equivocó con la Argentina”

El ex presidente de Brasil destacó las primeras medidas de gobierno de Néstor Kirchner, al sostener que "ya logró lo que era más importante: recuperar la confianza en el país".

10 julio, 2003

Cardoso remarcó que siempre insistió “durante todo este tiempo,
en cualquier parte del mundo en que estuviera, que era un error
considerar a la Argentina un ´caso perdido´”.

Respecto del ALCA, Cardoso calificó de “cosmético” el esfuerzo
que realiza Estados Unidos por lograr la concreción de ese
acuerdo, y advirtió que es “una ilusión” esperar ayuda de
Washington a cambio de ingresar en esa asocaición comercial.
En tanto, consultado sobre la medida tomada por el gobierno de
Kirchner para controlar los capitales “golondrina”, Cardoso
consideró que “como medida de defensa temporaria”, la ve
“razonable”, pero “sin dificultar la salida, porque, si no, no
viene nadie a invertir”.

“Yo insistí mucho en la arquitectura financiera -añadió en un
reportaje publicado hoy por un matutino porteño-, pero quedé
aislado. Nadie quiso meter mano en eso, porque asusta a los
gobiernos. Hay que tener un banco central de bancos centrales, las
viejas ideas keynesianas, y hoy no hay clima para eso”.

Respecto del FMI, dijo que “es injusto decir que no cambió sus
políticas. El FMI se equivocó en algunos lugares, se equivocó en
Indonesia, se equivocó en la Argentina. Pero no se puede decir que
no nos ayudaron en Brasil”.

Cardoso aclaró que “eso no resuelve todo. Mientras no tengamos
condiciones para que los flujos de capitales no causen tragedias,
hay riesgo de crisis”.
Sobre Kirchner, destacó que “ya logró lo que era más importante
para la Argentina: recuperar la confianza en el país. La Argentina
no es un ´caso perdido´. El país estaría en un callejón sin salida
si aún viviera en el descrédito total”.

“Conozco superficialmente al presidente Kirchner, pero creo que
es importante lo que él logró hacer en este momento. Debo decir
también que el ex presidente Eduardo Duhalde hizo lo que nadie
creía que pudiera hacer. La Argentina demostró que tiene capacidad
de rehacer la política”, puntualizó.

Respecto del impacto de la globalización en los países
periféricos, remarcó que “Brasil y México sacaron músculos con
ella. Aquí había democracia, mercado, tecnología, universidades, y
eso atrajo inversiones. El Brasil de los últimos 20 años cambió
mucho. La sociedad está más organizada y las instituciones
existen”.

Dijo que en ese contexto es importante la integración de su
país con la Argentina, “porque si logramos un flujo mayor, tenemos
más oportunidades de éxito. Brasil solo, por el tamaño de su
mercado, tiene posibilidades de éxito. La Argentina, sola, no
tiene ninguna”.

Agregó que “con la globalización, algunas naciones empeoraron y
otras tienen más oportunidades. Venezuela, Bolivia, Uruguay,
Paraguay, Ecuador, Perú, todas empeoraron. Y la propia
Argentina”.

Cardoso afirmó luego que durante su presidencia su discurso era
“pro Argentina y pro Mercosur, pero el problema es que cuando uno
va a la mesa de negociaciones, el empresariado no quiere ceder en
nada. Y el Estado tampoco quiere ceder soberanía. El discurso
político puede ir para un lado, pero a la hora de hacer que los
actores funcionen, van para el otro”.

Dijo que para superar esos obstáculos hay que “fomentar la
fusión de capitales, porque así la integración ocurre de hecho”.
“Cuando la Argentina estaba en una situación difícil, algunos
empresarios brasileños me consultaron, incluso Petrobras. Les dije
que había que apoyar a la Argentina, y que invirtieran. Algunos lo
hicieron. Independientemente del ALCA, éste es nuestro camino”,
aseveró.

Cardoso remarcó que siempre insistió “durante todo este tiempo,
en cualquier parte del mundo en que estuviera, que era un error
considerar a la Argentina un ´caso perdido´”.

Respecto del ALCA, Cardoso calificó de “cosmético” el esfuerzo
que realiza Estados Unidos por lograr la concreción de ese
acuerdo, y advirtió que es “una ilusión” esperar ayuda de
Washington a cambio de ingresar en esa asocaición comercial.
En tanto, consultado sobre la medida tomada por el gobierno de
Kirchner para controlar los capitales “golondrina”, Cardoso
consideró que “como medida de defensa temporaria”, la ve
“razonable”, pero “sin dificultar la salida, porque, si no, no
viene nadie a invertir”.

“Yo insistí mucho en la arquitectura financiera -añadió en un
reportaje publicado hoy por un matutino porteño-, pero quedé
aislado. Nadie quiso meter mano en eso, porque asusta a los
gobiernos. Hay que tener un banco central de bancos centrales, las
viejas ideas keynesianas, y hoy no hay clima para eso”.

Respecto del FMI, dijo que “es injusto decir que no cambió sus
políticas. El FMI se equivocó en algunos lugares, se equivocó en
Indonesia, se equivocó en la Argentina. Pero no se puede decir que
no nos ayudaron en Brasil”.

Cardoso aclaró que “eso no resuelve todo. Mientras no tengamos
condiciones para que los flujos de capitales no causen tragedias,
hay riesgo de crisis”.
Sobre Kirchner, destacó que “ya logró lo que era más importante
para la Argentina: recuperar la confianza en el país. La Argentina
no es un ´caso perdido´. El país estaría en un callejón sin salida
si aún viviera en el descrédito total”.

“Conozco superficialmente al presidente Kirchner, pero creo que
es importante lo que él logró hacer en este momento. Debo decir
también que el ex presidente Eduardo Duhalde hizo lo que nadie
creía que pudiera hacer. La Argentina demostró que tiene capacidad
de rehacer la política”, puntualizó.

Respecto del impacto de la globalización en los países
periféricos, remarcó que “Brasil y México sacaron músculos con
ella. Aquí había democracia, mercado, tecnología, universidades, y
eso atrajo inversiones. El Brasil de los últimos 20 años cambió
mucho. La sociedad está más organizada y las instituciones
existen”.

Dijo que en ese contexto es importante la integración de su
país con la Argentina, “porque si logramos un flujo mayor, tenemos
más oportunidades de éxito. Brasil solo, por el tamaño de su
mercado, tiene posibilidades de éxito. La Argentina, sola, no
tiene ninguna”.

Agregó que “con la globalización, algunas naciones empeoraron y
otras tienen más oportunidades. Venezuela, Bolivia, Uruguay,
Paraguay, Ecuador, Perú, todas empeoraron. Y la propia
Argentina”.

Cardoso afirmó luego que durante su presidencia su discurso era
“pro Argentina y pro Mercosur, pero el problema es que cuando uno
va a la mesa de negociaciones, el empresariado no quiere ceder en
nada. Y el Estado tampoco quiere ceder soberanía. El discurso
político puede ir para un lado, pero a la hora de hacer que los
actores funcionen, van para el otro”.

Dijo que para superar esos obstáculos hay que “fomentar la
fusión de capitales, porque así la integración ocurre de hecho”.
“Cuando la Argentina estaba en una situación difícil, algunos
empresarios brasileños me consultaron, incluso Petrobras. Les dije
que había que apoyar a la Argentina, y que invirtieran. Algunos lo
hicieron. Independientemente del ALCA, éste es nuestro camino”,
aseveró.

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