Caos en Timor Oriental
La capital, Dili, está destruida. Las milicias antiindependentistas asaltaron iglesias. Asesinaron a otras 100 personas. Amenazas de intervención estadounidense y de la ONU.
Los grupos paramilitares proindonesios de Timor Oriental completaron ayer la destrucción de la capital, Dili, e intensificaron sus campañas de terror en muchas otras áreas del territorio. Milicias antiindependentistas, con la ayuda de las tropas del ejército y la policía indonesia, lanzaron ayer una ola de ataques contra iglesias, hirieron al obispo de Bacau y asesinaron a otras 100 personas. Desde que se iniciaron los ataques, hace 10 días, los muertos ya suman más de 10.000. por su parte, fuentes de las Naciones Unidas (ONU) dijeron ayer que habían visto al ejército indonesio trabajando codo a codo con los paramilitares, para volar los edificios que aún quedaban en pie en Dili. “Es urgente que la comunidad internacional intervenga, pues de otro modo todo el pueblo de Timor Oriental morirá”, explamó monseñor Basilio do Nascimento, el obispo de Bacau, la segunda localidad en importancia de Timor Oriental. Y la comunidad internacional redobló ayer la presión sobre el gobierno de Yakarta para que restaure el orden en el territorio, bajo la amenaza de sanciones financieras y una eventual intervención de una fuerza extranjera.
(Clarín, Página/12)
Los grupos paramilitares proindonesios de Timor Oriental completaron ayer la destrucción de la capital, Dili, e intensificaron sus campañas de terror en muchas otras áreas del territorio. Milicias antiindependentistas, con la ayuda de las tropas del ejército y la policía indonesia, lanzaron ayer una ola de ataques contra iglesias, hirieron al obispo de Bacau y asesinaron a otras 100 personas. Desde que se iniciaron los ataques, hace 10 días, los muertos ya suman más de 10.000. por su parte, fuentes de las Naciones Unidas (ONU) dijeron ayer que habían visto al ejército indonesio trabajando codo a codo con los paramilitares, para volar los edificios que aún quedaban en pie en Dili. “Es urgente que la comunidad internacional intervenga, pues de otro modo todo el pueblo de Timor Oriental morirá”, explamó monseñor Basilio do Nascimento, el obispo de Bacau, la segunda localidad en importancia de Timor Oriental. Y la comunidad internacional redobló ayer la presión sobre el gobierno de Yakarta para que restaure el orden en el territorio, bajo la amenaza de sanciones financieras y una eventual intervención de una fuerza extranjera.
(Clarín, Página/12)
