jueves, 26 de diciembre de 2024

Canales de diálogo y un coronel moderado

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Muammar Ghaddafi mandó un hijo a Londres, Mohammed Ismail. Un asesor suyo, Abdul Atí al-Obeid, marchó a Grecia. En tanto, el coronel se puso personalmente en contacto con Turquía vía el mismo el-Obeid. Otro hijo, Se’if al-Islam, se corta solo.

<p>A todo esto, Gran Breta&ntilde;a negocia con Cirenaica (Benghazi) a trav&eacute;s de su embajador en Roma. En realidad, lo que el ra&iacute;s resiste es entregar ciudades de Tripolitania al gobierno rebelde, especialmente mientras el poder de fuego &ldquo;leal&rdquo; quintuplique al de los rebeldes y los aliados no modifiquen esa relaci&oacute;n. Pero una cosa est&aacute; clara: los Ghaddafi ya no pueden ganar la guerra, aunque controlen la costa central.</p>
<p>En rigor, Londres se limita a repetir condiciones conocidas. Entre ellas, que la familia abandone el poder y su jefe se someta a la corte penal de La Haya por cr&iacute;menes de guerra. Al-Obeid transmiti&oacute; ese mensaje a Se&rsquo;if al-Islam, segundog&eacute;nito del coronel.</p>
<p>El plan atribuido a Se&rsquo;if propone que su padre abandone Libia y se negocie un armisticio entre este (donde no quieren saber nada) y oeste. Estas movidas parecen reflejar modificaciones alrededor del caudillo. Se&rsquo;if (38 a&ntilde;os) es ahora la cara disidente. Jam&iacute;s al-Ghaddafi, tercer v&aacute;stago, gu&iacute;a brigadas especiales, milicianos e irregulares. Mohammed es tambi&eacute;n primog&eacute;nito pero hijo de otra esposa, Safia Farkash. Has&aacute;n es general y debe recobrar apoyo en la mayor tribu libia, la Warfalla.</p>
<p>El resto incluye a Mutassim, Ezzed&iacute;n al-Hinshir&iacute; (asesores en seguridad), Milad, sobrino, Abdall&aacute; Senus&iacute; (cu&ntilde;ado). Entre los desertores figuran Se&rsquo;&iacute;f al-Arab (vive en Alemania), Ahmad Ghaddafi (huy&oacute; a Egipto) y Sa&rsquo;ad&iacute;, jugador de f&uacute;tbol.</p>
<p>Mientras tanto, la coalici&oacute;n carece de una estrategia clara para destrabar una guerra estancada. Algunos expertos recuerdan el caso de la ex Yugoslavia en 1999. La Otan bombarde&oacute; once semanas, diezm&oacute; gente del com&uacute;n y, de pronto, las partes empezaron a negociar en serio. Hasta se habla de ofrecer diez millones de d&oacute;lares por Ghaddafi mismo. &iquest;Qui&eacute;n pondr&iacute;a el dinero? La Uni&oacute;n de Emiratos &Aacute;rabes. &iquest;C&oacute;mo apresarlo? Simple: con una unidad especial munida de armas t&aacute;cticas; en ingl&eacute;s, SWAT.<br />
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