Cafiero relevó al jefe de la Policía Bonaerense

El titular de la Policía Bonaerense, comisario general Alberto Sobrado, fue relevado de su cargo por el ministro de Seguridad provincial, a raíz de diferencias existentes entre ambos en torno a las políticas que deben aplicarse en esa materia.

3 julio, 2003

Un vocero del Ministerio de Seguridad indicó -apenas conocida la decisión de la cartera provincial- que Sobrado
“no apoyaba” la política de Cafiero en el sentido de “dar
transparencia a la fuerza policial mediante el control del
patrimonio” de los uniformados.

Asimismo, las mismas fuentes consultadas fundamentaron la
medida en “razones operativas”.

Los mismos voceros señalaron que la decisión de Juan Pablo Cafiero se
fundamentó además en “divergencias” que el superintendente de la
fuerza mantenía con la política de seguridad que lleva a cabo el
ministro del área.

La fuente consultada dijo que Cafiero aspira a que la Policía
sea conducida por un funcionario “más operativo y más cercano a la
gente”.

Según trascendió, el nombre del remplazante de Sobrado en la
Policía de la provincia se va a conocer “esta noche o mañana por
la mañana”.

Fuentes de la cartera de Seguridad indicaron que Cafiero
manejaría “dos o tres nombres” para ocupar el cargo vacante, que
analizará en las próximas horas con el gobernador provincial,
Felipe Solá.

El remplazo en la cúpula de la Policía Bonaerense tendrá lugar
mientras el tema de la inseguridad continúa al tope de la agenda
de la opinión pública en la Provincia, en especial por los hechos
violentos ocurridos en el Gran Buenos Aires.

En la víspera, la Provincia acordó con el Gobierno nacional la
participación de unos dos mil gendarmes para “reforzar” el control
de la seguridad en el conurbano.

Los efectivos que enviará la Nación tendrán atribuciones para
realizar detenciones en territorio bonaerense y se desempeñarán
tanto en puestos fijos como móviles, pero no participarán de
operativos de represión como los que enfrentan a los grupos
piqueteros.

En rigor, el Gobierno nacional sumará poco más de mil agentes
de la Gendarmería Nacional y de la Prefectura Naval para
complementar la tarea que ya realizan 900 efectivos de las fuerzas
de seguridad en territorio de la provincia de Buenos Aires.

En la víspera, la tensión había aumentado cuando el ministro de
Justicia, Gustavo Beliz, le advirtió a Solá que debe tomar “el
toro por las astas”.

Un vocero del Ministerio de Seguridad indicó -apenas conocida la decisión de la cartera provincial- que Sobrado
“no apoyaba” la política de Cafiero en el sentido de “dar
transparencia a la fuerza policial mediante el control del
patrimonio” de los uniformados.

Asimismo, las mismas fuentes consultadas fundamentaron la
medida en “razones operativas”.

Los mismos voceros señalaron que la decisión de Juan Pablo Cafiero se
fundamentó además en “divergencias” que el superintendente de la
fuerza mantenía con la política de seguridad que lleva a cabo el
ministro del área.

La fuente consultada dijo que Cafiero aspira a que la Policía
sea conducida por un funcionario “más operativo y más cercano a la
gente”.

Según trascendió, el nombre del remplazante de Sobrado en la
Policía de la provincia se va a conocer “esta noche o mañana por
la mañana”.

Fuentes de la cartera de Seguridad indicaron que Cafiero
manejaría “dos o tres nombres” para ocupar el cargo vacante, que
analizará en las próximas horas con el gobernador provincial,
Felipe Solá.

El remplazo en la cúpula de la Policía Bonaerense tendrá lugar
mientras el tema de la inseguridad continúa al tope de la agenda
de la opinión pública en la Provincia, en especial por los hechos
violentos ocurridos en el Gran Buenos Aires.

En la víspera, la Provincia acordó con el Gobierno nacional la
participación de unos dos mil gendarmes para “reforzar” el control
de la seguridad en el conurbano.

Los efectivos que enviará la Nación tendrán atribuciones para
realizar detenciones en territorio bonaerense y se desempeñarán
tanto en puestos fijos como móviles, pero no participarán de
operativos de represión como los que enfrentan a los grupos
piqueteros.

En rigor, el Gobierno nacional sumará poco más de mil agentes
de la Gendarmería Nacional y de la Prefectura Naval para
complementar la tarea que ya realizan 900 efectivos de las fuerzas
de seguridad en territorio de la provincia de Buenos Aires.

En la víspera, la tensión había aumentado cuando el ministro de
Justicia, Gustavo Beliz, le advirtió a Solá que debe tomar “el
toro por las astas”.

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