Estados Unidos acaba de sufrir la peor caída en la confianza que inspira entre la población general de diferentes naciones del mundo. Es el clásico trabajo anual de Edelman, el Trust Barometer Index, quien lo comprueba.
Ese indicador de confianza cayó 9 puntos, para situarse en 43 % (la marca más baja en los 28 años que se hace esta investigación).
El colapso de la confianza en el gobierno se redujo en 14 puntos, para pasar a marcar 33 % en la población en general (más bajo aún entre el público calificado como informado).
Cuando se mide este nivel de confianza en instituciones empresariales, en organizaciones como las ONG, o en los medios en general, la caída de la confianza registra declinaciones de entre 10 y 20% con respecto a mediciones anteriores.
Es una crisis de confianza sin precedentes, según Richard Edelman, presidente y CEO de Edelman. Lo curioso, afirma, es que esta vez no ha ocurrido por la gravedad de una situación económica, o por una catástrofe como cuando ocurrió lo de Fukushima en Japón. La gran ironía es que ocurre justo cuando los indicadores señalan que es un tiempo de prosperidad, con bajísimo desempleo, y con Wall Street en alza.
Todo indica que el descenso en la confianza pública se conecta con la falta de un discurso racional y la falta de objetividad. En cambio China se sitúa al tope de confianza entre la población general con 74%, y del público informado, con 83%. Tras China aparecen India, Indonesia, Unión de Emiratos Ãrabes, y Singapur.
Una peculiaridad de este año es que en 22 de los 28 mercados estudiados, por primera vez los medios de comunicación son el centro de la desconfianza, especialmente en el campo de las redes sociales y de motores de búsqueda. A 63% de los consultados les cuesta distinguir buen periodismo, de la propalación de rumores malignos o falsedades. 59% dice que no puede identificar lo que es verdad.
En cuanto al sector de empresas y negocios, no está nada mal. 72% afirma creer en su propia empresa, y 64% asegura que las empresas deben participar activamente en mejorar las condiciones sociales y económicas de la comunidad en las que están insertas.