Cabezas investigaba algo “grosso” en Pinamar
Según el testimonio de la esposa de un empresario local que estaba por hacer negocios con Yabrán. Se lo había dicho el fotógrafo. Tres declaraciones sugirieron la existencia de una "zona liberada".
La mujer de Jorge Enrique Shaw, un empresario fuerte de Pinamar, sostuvo ayer ante el Tribunal que lleva adelante el juicio oral por el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas que el reportero gráfico le había dicho que estaba investigando algo “grosso” en el balneario bonaerense. Las charlas entre Cabezas y Teresa Centeno Núñez se dieron en las semanas previas al crimen, durante la temporada de verano de 1997. Según la mujer, el fotógrafo de Noticias le preguntó por una operación inmobiliaria que el empresario Alfredo Yabrán pensaba hacer en Pinamar. En esos momentos, Shaw estaba conversando con enviados de Yabrán para hacer los negocios que al parecer Cabezas tenía en la mira. Una versión indicaba que el empresario fallecido estaba pro adquirir la inmobiliaria Pinamar SA, de la familia Centeno Núñez. Por otra parte, un ex custodio de Eduardo Duhalde, un vecino de Pinamar y un policía coincidieron ayer al señalar la parálisis de la Bonaerense durante la noche del asesinato de Cabezas, con lo cual sugirieron que hubo “zona liberada”.
(Clarín, Página/12)
La mujer de Jorge Enrique Shaw, un empresario fuerte de Pinamar, sostuvo ayer ante el Tribunal que lleva adelante el juicio oral por el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas que el reportero gráfico le había dicho que estaba investigando algo “grosso” en el balneario bonaerense. Las charlas entre Cabezas y Teresa Centeno Núñez se dieron en las semanas previas al crimen, durante la temporada de verano de 1997. Según la mujer, el fotógrafo de Noticias le preguntó por una operación inmobiliaria que el empresario Alfredo Yabrán pensaba hacer en Pinamar. En esos momentos, Shaw estaba conversando con enviados de Yabrán para hacer los negocios que al parecer Cabezas tenía en la mira. Una versión indicaba que el empresario fallecido estaba pro adquirir la inmobiliaria Pinamar SA, de la familia Centeno Núñez. Por otra parte, un ex custodio de Eduardo Duhalde, un vecino de Pinamar y un policía coincidieron ayer al señalar la parálisis de la Bonaerense durante la noche del asesinato de Cabezas, con lo cual sugirieron que hubo “zona liberada”.
(Clarín, Página/12)
