El pacto, que ya fuera anunciado el año pasado, permitirá a los bancos centrales intercambiar ambas monedas locales hasta 190.000 millones de yuanes o 60.000 millones de reales ( US$ 330.000 millones). Eso, aseguran funcionarios de ambos países, va a asegurar el comercio bilateral, cualquiera sean las condiciones financieras globales. Más precisamente, el objetivo del swap es que, independientemente de las condiciones imperantes en el mercado financiero internacional, ambos países tengan a disposición US$ 30.000 millones.
Además de ser la segunda economía del mundo, China es el principal socio comercial de Brasil. El acuerdo fue firmado en Durban, en una reunión paralela a la cumbre de las cinco naciones que integran el bloque Brics.
El comercio entre China y Brasil viene creciendo con fuerza desde hace varios años, con volúmenes que pasaron de US$ 6.700 millones en 2003 a casi US$ 75.000 millones en 2012.
Gran parte de este crecimiento se atribuye a la creciente demanda China de recursos brasileños, como mineral de hierro y productos de soja. Por su parte, Brasil se ha convertido en un gran mercado exportador para bienes fabricados en China.
El presidente del Banco Central brasileño. Alexandre Tombini, dijo que el propósito del swap es que, con independencia de las condiciones del mercado financiero internacional, Brasil tendrá a disposición US$ 30.000 millones que representan ocho meses de exportaciones de Brasil a china y 10 meses de importaciones a Brasil desde China.
Hace tiempo que China viene intentando lograr un rol más internacional para su moneda,a el yuan. Por cierto, lo promociona como moneda alternativa al dólar estadounidense como reserva global. Como parte de ese intento, ha firmado una serie de acuerdos de swap con varios de sus principales socios comerciales.