Brasil se endurece contra la inflación
Alexandre Tombini, flamante presidente del Banco Central, salió ya a afirmar credenciales como enemigo de la inflación. Abrió el fuego con declaraciones inesperadamente severas al respecto al difundir las minutas de la última reunión.
<p>“Las perspectivas inflacionarias han venido evolucionando con un sesgo poco tranquilizador. El comité de política monetaria detecta riesgos relevantes, derivados de una brecha entre oferta y demanda”. Estos comentarios son los primeros de Tombini en funciones, un tecnócrata que reemplazó a Henrique Meirelles, a su vez un halcón en política monetaria. <br />
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Hasta ahora, varios analistas ortodoxos temían que este nombramiento significase un acercamiento entre el emisor y el más político Guido Mantega, ministro de hacienda. Pero el perfil y las expresiones de Tombini lo ubican en el bando de Meirelles.<br />
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Entretanto, Mantega era confirmado en el gabinete de la presidente Dilma Rousseff. El ministro se considera líder de los desarrollistas brasileños y tenía excelentes relaciones con el hoy ex presidente Luiz Inácio da Silva, un laborista cuyas ideas son afines. Por el contrario, Mantega solía chocar con la ortodoxia de Meirelles. <br />
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No obstante, Rousseff y Mantega han cedido a los duros en algunos aspectos del gasto fiscal. Antes de las declaraciones de Tombini, ambos se pronunciaron en recortes presupuestarios para contribuir a sofrenar la inflación. Por otro lado, los tres intentan detener la reapreciación del real en términos de dólar y peso argentino.<br />
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Este viernes, entonces, el banco central decretó un alza de cincuenta puntos básicos en las tasas referenciales, a 11,25% anual. Además, ha resuelto intervenir el mercado cambiario.<br />
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En 2010, la inflación minorista subió a 5,91%, el pico en seis años, lejos del tope fijado por el emisor, 4,5%. Pero un desempleo de 5,3% sobre la población activa no impidió que, el año pasado, el producto bruto interno ascendiera 7%, el ritmo más rápido en veinte años. Esto explica 82% de popularidad que mostraba Lula al entregar el poder y puede generar presiones políticas contra a nueva medidas “monetaristas”. <br />
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Por supuesto, el sector privado sale en defensa de Tombini. Una oportuna encuesta entre cien analistas de mercado hablan de expectativas inflacionarias… para 2012. Por vez primera en varios meses, las proyecciones suben. En realidad, los gurúes de la banca privada buscan ulteriores incrementos de intereses.</p>
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