Brasil está preparando una oferta de concesiones comerciales a la Unión Europea, su mayor socio comercial que representa un quinto de sus exportaciones e importaciones. Se calcula que lo entregará en la segunda mitad de este año. Parece advertir que el momento es oportuno ahora que un portugués, José Manuel Barroso, preside la Comisión Europea.
Al sector industrial brasileño le preocupa que el país se esté convirtiendo en una isla luego de que su propio bloque comercial, que incluye Argentina, Venezuela, Uruguay y Paraguay, no logra concluir ningún acuerdo comercial importante fuera del continente, excepto con Israel.
Si bien los acuerdos comerciales significarían más competencia para los fabricantes y agricultores de Brasil, también abrirían nuevos mercados para sus exportaciones, algo que necesita el país ahora que sus mercados tradicionales de exportación se cierran cada vez más.
A Brasil le interesa evitar quedar cada vez más dependiente de China, hoy su mayor socio comercial. China importa fundamentalmente commodities de Brasil mientras le vende bienes de manufactura barata que , alegan los productores brasileños, debilitan la industria domésiica.
Las últimas conversaciones entre la UE y Brasil se empantanaron en 2004 sobre desacuerdos sobre subsidios agrícolas. Pero en el Parlamento Europeo se cree que esta vez va a haber más margen de maniobra.
Brasil es el mayor exportador de productos agrícolas a Europa mientras la UE es el mayor inversor en Brasil, con un total de inversión extranjera directa de 239,000 millones de euros.