Brasil no traba el capital foráneo
Lo afirmó el ministro de Planeamiento, Martus Tavares. Las inversiones extranjeras en Brasil el año último orillaron los US$ 30.000 millones.
El ministro de Planeamiento, Presupuesto y Gestión del Brasil, Martus Tavares, visitó la Argentina para participar en la reciente convención del sector de la construcción y desmintió que su gobierno ponga trabas a la inversión extranjera.
“Hay libertad total para la entrada de capital extranjero”, garantizó el funcionario.
Sin darles trascendencia a los recientes dichos del gobierno argentino, que afirmó que las empresas brasileñas que desearan participar en el plan federal de obras deberían asociarse con capital argentino, Tavares dijo que el mercado de su país está abierto para todos de manera igualitaria.
“Nosotros defendemos permanentemente la participación de empresas brasileñas en todos los países miembros del Mercosur y, en contrapartida, damos la oportunidad a que empresas de esos países participen en nuestras licitaciones”, afirmó.
Tavares no desaprovechó el momento para repetir las bondades que representa para los países integrantes del Mercosur el desarrollo del bloque, y manifestó que los presidentes de las cuatro naciones que lo integran coinciden en la necesidad de lanzar un plan de infraestructura en América del Sur.
“Para diciembre está fijada una reunión en Montevideo y el 31 de ese mes el Banco Interamericano de Desarrollo debe presentar modelos de financiamiento posible para ejecutar obras en la región”, comentó.
Según dijo el funcionario al diario La Nación, el comercio del bloque con el resto del mundo creció 77% por ciento desde 1990, mientras que las exportaciones intra Mercosur se quintuplicaron y hoy llegan a los US$ 5.600 millones.
En cuanto a los diversos conflictos comerciales presentados entre la argentina y Brasil, fundamentalmente en los sectores de las industrias automotriz y azucarera, Tavares afirmó: “No podemos escandalizarnos; hay que tomar conciencia del significado estratégico del Mercosur. Tenemos que ser capaces, creativos y competentes para superar los problemas, que son normales y forman parte del proceso de integración”.
El ministro de Planeamiento, Presupuesto y Gestión del Brasil, Martus Tavares, visitó la Argentina para participar en la reciente convención del sector de la construcción y desmintió que su gobierno ponga trabas a la inversión extranjera.
“Hay libertad total para la entrada de capital extranjero”, garantizó el funcionario.
Sin darles trascendencia a los recientes dichos del gobierno argentino, que afirmó que las empresas brasileñas que desearan participar en el plan federal de obras deberían asociarse con capital argentino, Tavares dijo que el mercado de su país está abierto para todos de manera igualitaria.
“Nosotros defendemos permanentemente la participación de empresas brasileñas en todos los países miembros del Mercosur y, en contrapartida, damos la oportunidad a que empresas de esos países participen en nuestras licitaciones”, afirmó.
Tavares no desaprovechó el momento para repetir las bondades que representa para los países integrantes del Mercosur el desarrollo del bloque, y manifestó que los presidentes de las cuatro naciones que lo integran coinciden en la necesidad de lanzar un plan de infraestructura en América del Sur.
“Para diciembre está fijada una reunión en Montevideo y el 31 de ese mes el Banco Interamericano de Desarrollo debe presentar modelos de financiamiento posible para ejecutar obras en la región”, comentó.
Según dijo el funcionario al diario La Nación, el comercio del bloque con el resto del mundo creció 77% por ciento desde 1990, mientras que las exportaciones intra Mercosur se quintuplicaron y hoy llegan a los US$ 5.600 millones.
En cuanto a los diversos conflictos comerciales presentados entre la argentina y Brasil, fundamentalmente en los sectores de las industrias automotriz y azucarera, Tavares afirmó: “No podemos escandalizarnos; hay que tomar conciencia del significado estratégico del Mercosur. Tenemos que ser capaces, creativos y competentes para superar los problemas, que son normales y forman parte del proceso de integración”.
