<p>El canciller brasileño, Celso Amorim, sostiene que a Lula “lo desvela la creciente presencia militar de EE.UU., más allá de la necesaria en Colombia”. El alto funcionario la compara con la reactivación de la IV flota, resistida en casi toda Latinamérica. Pero la historia viene de más lejos: hacia 2006/7, Brasil veía riesgos de que la Amazonia generase conflictos geopolíticos asociados a Colombia o al separatismo en Santa Cruz de la Sierra.<br />
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Por entoces, algunos medios apuntaban a reivindicaciones indígenas –como hoy en Perú- y ONG manejadas por extranjeros. En ese momento, ya había zozobrado una especie inversa: el “proyecto de alianza EE.UU.-Brasil para combustibles alternativos”. En realidad, un esquema para aislar el gasoducto sudamericano.<br />
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No obstante, la proliferación de bases norteamericanas tornan a Bogotá muy dependiente de EE.UU. Un documento del “grupo de trabalho Amazonas” afirmaba hace casi tres años que “la creciente presencia de militares y la venta de complejos equipos a las fuerzas armadas colombianas, supuestamente para luchar contra el narcotráfico, podían relacionarse con las fuerzas armadas revolucionarias (FARC) y el ejército de liberación nacional (ELN).<br />
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El informe brasileño citaba “riesgos de invasión” y los vinculaba con “efectivos estadounidenses en Guyana, Perú, Paraguay, Ecuador y Bolivia”. La mención de los tres últimos países es extraña, dadas las escasas simpatías por Washington que tienen sus gobiernos. En realidad, hasta ahora en apariencia la estrategia norteamericana busca aislar Venezuela; no, como sostiene ese documento, asegurar presencia en el área andinoamazónica y el cono sur alrededor de Brasil.<br />
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En ese momento, una versión del “Jornal do Brasil” se apoyaba en opiniones de un militar retirado, el coronel Geraldo Cavagnari. Este jubilado es profesor en la universidad de Campinas. A su juicio, “sólo EE.UU. tiene capacidad para invadir Amazonia, pero ocuparla es muy difìcil”. En la situación actual, por cierto, Washington no podría siquiera tomar el delta del Orinoco o la “triple frontera II” (Brasil-Bolivia-Paraguay, el pantanal de Xarayes). <br />
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Brasil inquieto por bases de EE.UU. en Colombia
Mientras Ecuador vislumbra maniobras golpistas, el gigante sudamericano objeta usar bases estadounidenses en su vecino noroccidental para luchar contra el narcotráfico. Barack Obama no parece diferenciarse de George W.Bush, teme Luiz Inácio da Silva.