<p>Según una entrevista publicada en Londres, “el grupo de los 20 se halla aún lejos de lograr una meta clave: convenir nuevas orientaciones en política monetaria. Esto refleja –afirma Mantega- divergencias y pujas entre economías centrales o entre ellas y las emergentes” <br />
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El funcionario cita como ejemplo la rispidez chinonorteamericana como “motor de una guerra que no se agota. El punto es que un crecimiento moroso y tasas referenciales exiguas presionan sobre el real brasileño. Este factor nos obliga a considerar ulteriores intervenciones en dos mercados, el de cambio y el de derivativos, particularmente el segundo, cada día más expuesto a excesos”.<br />
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El ministro admite que “siempre hay nuevas medidas regulatorias a adoptar, pero no las anticiparemos”. Sin anuncio previo, en efecto, el banco central hizo, el martes, una subasta al contado para tomar dólares, como movida para aumentar reservas internacionales y desactivar maniobras alcistas sobre el real.<br />
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El real, la virtual “divisa” del MERCOSUR, rozaba máximas en doce años contra el dólar, que cedía a R 1,60.el miércoles. Estas iniciativas tratan de detener la reapreciación del real, “un dilema afrontado también por Turquía, Chile, Colombia y Rusia”. Por supuesto, permitir la reapreciación de una moneda local limita su recalentamiento pero, además, deteriora la competitividad exportadora de la industria local.<br />
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Aludiendo a una conferencia pronunciada el lunes, Mantega hizo votos para que “los inversores no reciban de mal talante mis definiciones o éstas afecten el flujo de capitales. Sobre todo de tomamos acciones complementarias porque las tasas internas ya son altas –para frenar la inflación- y nuevas alzas aumentarían el ingreso de capitales financieros y especulativos”. En realidad, Brasil ya ha aplicado una serie de medidas, inclusive impuestos al flujo hacia carteras de títulos. Todo para detener el avance del real.<br />
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A criterio del ministro, no alcanzado por los escándalos en el gabinete de Dilma Rousseff, “nuestra política monetaria es dura y el nivel de intereses reales es superior al de otros países emergentes”. Con la tasa referencial en 12,25% anual, Mantega rechazó la noción de que Brasil se recalienta y señaló que la inflación cede junto con el déficit fiscal. Por cierto, el ritmo anual del producto bruto interno bajará de 7,5% en 2010 a 4% en 2011.<br />
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A juicio de Mantega, “la interminable guerra entre monedas es uno de los mayores problemas que afrontará Christine Lagarde como nueva directora gerentes del Fondo Monetario Internacional”. En cuanto al fracaso del mexicano Agustín Carstens para obtener el cargo, mientras Brasil apoyaba a la francesa, el ministro aclaró: “las relaciones entre las dos mayores economías latinoamericanas son excelentes”.</p>
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Brasil cree que sigue la guerra entre monedas
La gran economía regional y líder de los países emergentes intentará frenar un real en alza. Los roces no muestran señales de aflojar, sostiene Guido Mantega (hacienda). Pero algunos creen que se busca distraer mercados absortos en la corrupción que liquida un ministro tras otro.