Bolivia: la oposición de izquierda se quedó con Chuquisaca

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Esta vez, era una elección legal para prefecto (gobernador). El presidente Evo Morales fue derrotado por Sabina Cuellar, de habla quechua, sin afinidades con el separatismo blanco fogoneado desde Santa Cruz de la Sierra.

<p>Por ende, no es el quinto rev&eacute;s en dos meses, sino el primero a manos de una izquierda no separatista, pero saturada de la perpetua crispaci&oacute;n de Morales, a su modo un disc&iacute;pulo de N&eacute;stor Kirchner. Estos son comicios adelantados por renuncia del ex prefecto David S&aacute;nchez, un evang&eacute;lico que huy&oacute; del pa&iacute;s.</p>
<p>La alianza interinstitucional obtuvo 62% del voto, contra 35% del oficialista Movimiento al Socialismo, que llevaba a Walter Valda. Cuellar contaba con apoyo de Fidel Herrera, es decir de Sucre.</p>
<p>Por supuesto, para la Federaci&oacute;n Campesina local, aliada a Morales, la alianza es instrumento del separatismo santacruce&ntilde;o. Observadores locales y de pa&iacute;ses vecinos creen que, por el contrario, Chuquisaca y su capital, Sucre parecen g&eacute;rmenes de una opci&oacute;n izquierdista a Morales.</p>
<p>Esta combinaci&oacute;n de factores puede ser contraproducente para el primer mandatario, aunque sin beneficiar al separatismo. Necesitado de retomar la iniciativa, Morales logr&oacute; que el senado convocase para el 10 de agosto a un referendo que decidir&aacute; la suerte suya y de ocho gobernadores. Ir&oacute;nicamente, Cuellar no pone en juego el flamante cargo. Otro detalle: la faja oriental de Chuquisaca separa Tarija de su aliada Santa Cruz.</p>
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