BM: pobreza en América latina

Un informe destacó que 6,5% de la población vive con menos de un dólar diario. Aunque la pobreza subió en los últimos 10 años, el organismo confía en el futuro económico de la región.

13 septiembre, 2000

(EFE).- En América latina 6,5% de la población vive con menos de un dólar al día, el umbral de la pobreza extrema, según un informe divulgado hoy por el Banco Mundial (BM).

El economista jefe del BM, Nicholas Stern, expresó su confianza en el futuro económico de la región, que se encuentra, dijo, en “una senda mucho más productiva que hace 10 años” y donde las reformas económicas “están despegando”.

En su último informe anual sobre el desarrollo, esta institución multilateral indicó, no obstante, que el número de pobres ha aumentado en América latina en los últimos 10 años, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras áreas del mundo, como Asia.

Pero el porcentaje sigue siendo bastante menor en América latina que en otras áreas, pues el número de personas que viven con menos de un dólar al día supone 23,2% en el Este asiático y 43,5% del Sur de Asia.

En el Africa subsahariana, el porcentaje de extrema pobreza es de 24,3% y en Oriente Medio y norte de Africa es de 0,5%.

El informe señala además que existen importantes diferencias dentro de las propias regiones y pone como ejemplo a México, donde, aunque el porcentaje de pobreza cayó a comienzos de los años 90, aumentó en el sudeste del país.

Destaca, además, que las diferencias en el reparto de la renta se producen también según los grupos afectados. Así, los indígenas latinoamericanos tienen menos de tres cuartas partes los índices de escolaridad de los no indígenas.

Sin embargo, el BM aseguró que, en América latina, la puesta en marcha de reformas económicas en los años 90 ha permitido ganancias en el crecimiento económico per capita, aunque en la región se haya incrementado el número de personas que viven en la pobreza.

“Las reformas están despegando y van a despegar” aunque puede llevar tiempo, dijo Nicholas Stern, designado este año economista jefe y vicepresidente del Banco Mundial en sustitución de Joseph Stiglitz, que no agradaba al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Stern admitió que el BM cometió fallos a la hora de recomendar la puesta en marcha de políticas económicas a los países en crisis, pero aseguró, refiriéndose al caso de América latina, que “las lecciones se han aprendido y de una forma clara”.

La latinoamericana Nora Lustig, directora del informe, destacó que la puesta en marcha de medidas fiscales en la región ha supuesto un descenso de la inflación, lo que ha afectado favorablemente a los sectores más desfavorecidos.

Pero Lustig admitió también que las reformas “son más lentas de lo que se creía” en los años 80, cuando “había una idea más optimista sobre sus efectos y se pensaba que iban a producir unos efectos más palpables a corto plazo”.

“En general, los países han ido mejor cuando se han puesto en marcha reformas fuertes”, dijo Lustig, que admitió que cuando éstas son incompletas, son capturadas por las élites o fracasan, pueden provocar efectos negativos en los niveles de reducción de pobreza.

Acerca del llamado “consenso de Washington” a favor de una economía de mercado y de una mayor disciplina fiscal, la economista indicó que en general sus recomendaciones son favorables, pero reconoció que olvida “otros aspectos”.

Entre otros, Nora Lustig se refirió a que en algunos casos se obvió el contexto institucional y, “al desmantelar el estado, no fue sustituido por nada”.

Agregó también que algunos procesos de privatización en América latina han llevado a “formas monopolísticas en vez de a mercados más competitivos”, como en el caso de las telecomunicaciones.

El informe divulgado hoy por el BM defiende la necesidad de reformas a favor de una economía de mercado que promuevan el crecimiento en los países en desarrollo, pero admite que las medidas macroeconómicas tienen generalmente poco efecto en la distribución de la renta.

(EFE).- En América latina 6,5% de la población vive con menos de un dólar al día, el umbral de la pobreza extrema, según un informe divulgado hoy por el Banco Mundial (BM).

El economista jefe del BM, Nicholas Stern, expresó su confianza en el futuro económico de la región, que se encuentra, dijo, en “una senda mucho más productiva que hace 10 años” y donde las reformas económicas “están despegando”.

En su último informe anual sobre el desarrollo, esta institución multilateral indicó, no obstante, que el número de pobres ha aumentado en América latina en los últimos 10 años, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras áreas del mundo, como Asia.

Pero el porcentaje sigue siendo bastante menor en América latina que en otras áreas, pues el número de personas que viven con menos de un dólar al día supone 23,2% en el Este asiático y 43,5% del Sur de Asia.

En el Africa subsahariana, el porcentaje de extrema pobreza es de 24,3% y en Oriente Medio y norte de Africa es de 0,5%.

El informe señala además que existen importantes diferencias dentro de las propias regiones y pone como ejemplo a México, donde, aunque el porcentaje de pobreza cayó a comienzos de los años 90, aumentó en el sudeste del país.

Destaca, además, que las diferencias en el reparto de la renta se producen también según los grupos afectados. Así, los indígenas latinoamericanos tienen menos de tres cuartas partes los índices de escolaridad de los no indígenas.

Sin embargo, el BM aseguró que, en América latina, la puesta en marcha de reformas económicas en los años 90 ha permitido ganancias en el crecimiento económico per capita, aunque en la región se haya incrementado el número de personas que viven en la pobreza.

“Las reformas están despegando y van a despegar” aunque puede llevar tiempo, dijo Nicholas Stern, designado este año economista jefe y vicepresidente del Banco Mundial en sustitución de Joseph Stiglitz, que no agradaba al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Stern admitió que el BM cometió fallos a la hora de recomendar la puesta en marcha de políticas económicas a los países en crisis, pero aseguró, refiriéndose al caso de América latina, que “las lecciones se han aprendido y de una forma clara”.

La latinoamericana Nora Lustig, directora del informe, destacó que la puesta en marcha de medidas fiscales en la región ha supuesto un descenso de la inflación, lo que ha afectado favorablemente a los sectores más desfavorecidos.

Pero Lustig admitió también que las reformas “son más lentas de lo que se creía” en los años 80, cuando “había una idea más optimista sobre sus efectos y se pensaba que iban a producir unos efectos más palpables a corto plazo”.

“En general, los países han ido mejor cuando se han puesto en marcha reformas fuertes”, dijo Lustig, que admitió que cuando éstas son incompletas, son capturadas por las élites o fracasan, pueden provocar efectos negativos en los niveles de reducción de pobreza.

Acerca del llamado “consenso de Washington” a favor de una economía de mercado y de una mayor disciplina fiscal, la economista indicó que en general sus recomendaciones son favorables, pero reconoció que olvida “otros aspectos”.

Entre otros, Nora Lustig se refirió a que en algunos casos se obvió el contexto institucional y, “al desmantelar el estado, no fue sustituido por nada”.

Agregó también que algunos procesos de privatización en América latina han llevado a “formas monopolísticas en vez de a mercados más competitivos”, como en el caso de las telecomunicaciones.

El informe divulgado hoy por el BM defiende la necesidad de reformas a favor de una economía de mercado que promuevan el crecimiento en los países en desarrollo, pero admite que las medidas macroeconómicas tienen generalmente poco efecto en la distribución de la renta.

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