Blindaje: algunos optimistas, otros escépticos
Economistas y ejecutivos, dejaron entrever su optimismo aunque destacaron la necesidad de completar las reformas estructurales. La opinión pública muestra un importante escepticismo.
Economistas y empresarios recibieron con optimismo el anuncio del paquete financiero que durante los próximos dos años recibirá la Argentina.
En su mayoría, coincidieron en que se trata de una señal altamente positiva, pero no la única que necesita el país para poder desprenderse de las superar el proceso recesivo en el que está inmerso y comenzar a crecer.
A última hora de la tarde de ayer (lunes 18) , el ministro de Economía, José Luis Machinea, y parte del equipo económico recibieron a unos cuarenta economistas para explicar de manera detallada el programa de financiamiento y los usos que tendrá.
Entre los presentes se encontraban, Guillermo Mondino (Fundación Mediterránea), Manuel Solanet y Martín Redrado (Fundación Capital).
Según los invitados, el resultado de la reunión fue positivo, pero hicieron hincapié en que el blindaje debe estar acompañado por profundas reformas estructurales, como la disminución del gasto público en las cuentas nacionales, provinciales y municipales.
Los empresarios, en tanto, también sintieron que esta ayuda permitirá que el país respire aire renovado, pero advirtieron que podría quedar viciado si el Gobierno no acompaña con otras medidas la asistencia financiera que comenzará a recibir.
En opinión de Vicenzo Barello, presidente de Fiat Argentina, el blindaje financiero que aportarán distintos organismos internacionales, y que lidera el Fondo Monetario Internacional, “es un paso adelante muy importante para el futuro del país, en el corto y mediano plazo”.
Sin embargo, opinó que no sólo esta multimillonaria asistencia hará que el país recupere inversiones y, por ende, reactive su economía, sino que ahora hacen falta lineamientos concretos sobre la política económica por cumplir.
Para Jorge Aguado, vicepresidente de Socma (grupo Macri), el anuncio es “altamente positivo” y consideró que debe ayudar a recobrar la confianza en el país.
El empresario Enrique Pescarmona (Impsa) coincidió con Aguado sobre las consecuencias positivas que el blindaje traerá a la Argentina en los mercados internacionales y dijo que no duda en invertir en el país $ 100 millones el próximo año.
“El mundo tiene más confianza en nosotros que la que tenemos los propios argentinos”, dijo, y calificó como “fenomenal” que el FMI haya otorgado tan significativa ayuda “aún con un déficit proyectado para 2001 de US$ 7.000 millones”.
En cambio para la opinión popular la ayuda financiera recibida pasó inadvertida o es considera sólo como una fuente más de endeudamiento.
El diario La Nación publicó un sondeo del que se desprende que la mayoría de los consultados no conoce la medida y los más informados dudan de que el dinero sea bien aprovechado.
Fueron pocos los encuestados que tenían alguna idea acabada sobre la ayuda financiera y ellos no se mostraron demasiado optimistas.
Adrián, contador, de 57 años, opina que si bien haber conseguido la ayuda financiera es un factor positivo, no va a resolver los problemas económicos del país. “El blindaje asegura el cobro de los créditos que le dieron a la Argentina –razona–, pero no garantiza a una empresa la seguridad de la inversión.” .
Economistas y empresarios recibieron con optimismo el anuncio del paquete financiero que durante los próximos dos años recibirá la Argentina.
En su mayoría, coincidieron en que se trata de una señal altamente positiva, pero no la única que necesita el país para poder desprenderse de las superar el proceso recesivo en el que está inmerso y comenzar a crecer.
A última hora de la tarde de ayer (lunes 18) , el ministro de Economía, José Luis Machinea, y parte del equipo económico recibieron a unos cuarenta economistas para explicar de manera detallada el programa de financiamiento y los usos que tendrá.
Entre los presentes se encontraban, Guillermo Mondino (Fundación Mediterránea), Manuel Solanet y Martín Redrado (Fundación Capital).
Según los invitados, el resultado de la reunión fue positivo, pero hicieron hincapié en que el blindaje debe estar acompañado por profundas reformas estructurales, como la disminución del gasto público en las cuentas nacionales, provinciales y municipales.
Los empresarios, en tanto, también sintieron que esta ayuda permitirá que el país respire aire renovado, pero advirtieron que podría quedar viciado si el Gobierno no acompaña con otras medidas la asistencia financiera que comenzará a recibir.
En opinión de Vicenzo Barello, presidente de Fiat Argentina, el blindaje financiero que aportarán distintos organismos internacionales, y que lidera el Fondo Monetario Internacional, “es un paso adelante muy importante para el futuro del país, en el corto y mediano plazo”.
Sin embargo, opinó que no sólo esta multimillonaria asistencia hará que el país recupere inversiones y, por ende, reactive su economía, sino que ahora hacen falta lineamientos concretos sobre la política económica por cumplir.
Para Jorge Aguado, vicepresidente de Socma (grupo Macri), el anuncio es “altamente positivo” y consideró que debe ayudar a recobrar la confianza en el país.
El empresario Enrique Pescarmona (Impsa) coincidió con Aguado sobre las consecuencias positivas que el blindaje traerá a la Argentina en los mercados internacionales y dijo que no duda en invertir en el país $ 100 millones el próximo año.
“El mundo tiene más confianza en nosotros que la que tenemos los propios argentinos”, dijo, y calificó como “fenomenal” que el FMI haya otorgado tan significativa ayuda “aún con un déficit proyectado para 2001 de US$ 7.000 millones”.
En cambio para la opinión popular la ayuda financiera recibida pasó inadvertida o es considera sólo como una fuente más de endeudamiento.
El diario La Nación publicó un sondeo del que se desprende que la mayoría de los consultados no conoce la medida y los más informados dudan de que el dinero sea bien aprovechado.
Fueron pocos los encuestados que tenían alguna idea acabada sobre la ayuda financiera y ellos no se mostraron demasiado optimistas.
Adrián, contador, de 57 años, opina que si bien haber conseguido la ayuda financiera es un factor positivo, no va a resolver los problemas económicos del país. “El blindaje asegura el cobro de los créditos que le dieron a la Argentina –razona–, pero no garantiza a una empresa la seguridad de la inversión.” .
