Los congresistas – republicanos y demócratas — llegaron armados de miles y miles de documentos con los que literalmente bombardearon a los CEO de Amazon, Google, Apple y Facebook. La acusación central y de fondo: todos ellos tienen demasiado poder y lo usan para aplastar a sus competidores y amasar datos, clientes y ganancias descomunales.
Durante las casi seis horas que duró el interrogatorio los congresistas presentaron la información que obtuvieron en cientos de horas de entrevistas y también mensajes alguna vez privados entre los jefes de esa élite tecnológica. Declararon que esa información, acumulada en una larga investigación que arrancó el año pasado, demuestra que el sector tecnológico se ha vuelto demasiado grande, demasiado poderoso, que amenaza a sus rivales, consumidores y, en algunos casos, incluso también a la democracia.
Si hubiera que resumir todo lo que los CEO tuvieron que escuchar durante las seis horas de la audiencia de ayer en el Congreso, se podría elegir lo que en un momento les dijo el senador republicano David N. Cicilline: “Nuestros fundadores no se inclinarían ante un rey. Tampoco nosotros deberíamos inclinarnos ante los emperadores de la economía online”.
Por turno, Jeff Bezos de Amazon, Tim Cook de Apple, Mark Zuckerberg de Facebook y Sundar Pichai de Google, se defendieron con historias de comienzo desde abajo y que lograron crear riqueza gracias a la creatividad estadounidense y el sostenido apoyo de la base de clientes.
Pero una y otra vez los legisladores presentaban una visión diferente en la que los avances de Silicon Valley en comercio, electrónica, comunicación y una inmensa cantidad de servicios online fueron logrados a costa – un costo inmenso – de la gente que usa esas herramientas y de las compañías que trataban de competir.
El demócrata Jerrold Nadler interpeló así a Zuckerberg (Facebook) :“ Las fusiones y adquisiciones para eliminar amenazas competitivas violan las leyes antimonopólicas. En sus propias palabras, usted compró Instagram para neutralizar una amenaza competitiva”.
Los representantes demócratas repetidamente confrontaron a Zuckerberg con sus propios emails. En uno de ellos, de 2012, el CEO dice que quiere comprar Instagram — que por aquel entonces era una app para compartir fotos, por temor “a que nos haga daño”. El “acusado” se defendió diciendo: “competimos duro, competimos limpiamente, tratamos de ser los mejores”.
Bezos, de Amazon, fue acusado de no haber dicho la verdad a la comisión cuando afirmó que no usaba los datos de los terceros que venden a través de su plataforma para aumentar las ventas de sus propios productos. Cuando le presentaron la evidencia irrefutable de informes públicos, el CEO de Amazon no tuvo más remedio que admitir un posible error. “Tenemos la política de no usar datos de nuestros vendedores en beneficio propio, pero no puedo garantizar que esa política no se haya violado”.
Cada uno de los cuatro ejecutivos tecnológicos hicieron un gran esfuerzo por destacar sus aportes a la economía norteamericana. Amazon se describió como la marca más popular entre los consumidores, donde pueden comprar productos rápido y barato.
Apple dijo que permite un ecosistema muy popular de apps y teléfonos de todos los precios. Facebook dijo que está a favor de la libertad de expresión frente a una ola creciente de censura internacional, citando a nuevos competidores incluido Tiktok. Y Google dijo que sus herramientas permiten que las personas encuentren información y que las empresas de todo el mundo crezcan.