El ambicioso proyecto eliminaría las emisiones del sector energético estadounidense, además de todo el transporte terrestre, en menos de diez años. Quiere destinar más de US$ 16 billones para una versión de Green New Deal que eliminaría las emisiones del sector energético estadounidense en el término de una década. Para sacarlo adelante, ordenaría a los organismos federales existentes o nuevos que construyan proyectos (US$ 2.500 billones) para energía solar, eólica y geotermal y también para almacenamiento de energía.
Además quiere invertir más de US$ 2 billones para ayudar a las familias y pequeñas empresas a mejorar la eficiencia energética en viviendas, edificios y operaciones; y más de US$ 1 billón para reacondicionar o construir puentes, caminos y protecciones costeras para que soporten las condiciones climáticas extremas.
En su página Web Sanders dice que “Estados Unidos puede asegurar que el mundo en desarrollo cuente con electricidad confiable, reduzca las fatalidades relacionadas con la pobreza y la polución, cree más empleo neto y mejores los niveles de vida, todo mientras reduce las emisiones de gases de invernadero.”
“Debemos gastar ese dinero”, dice Sanders, “Porque los pobres del mundo han sufrido y sufrirán la carga del cambio climático en forma desproporcionada”.
Hay dudas sobre la factibilidad política y económica de su proyecto.