<p>Tal vez en pos de renovar en enero su mandato por otros cuatro años, el jefe del banco central amaga con volver a la normalidad e materia financiera. Los explica apuntando a señales de estabilización en el gasto familiar, los mercados y los inventarios industriales. Poco después, empero, cedían las venta minoristas y cerraban tres bancos regionales agobiados por malas acreencias. <br />
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Abriendo el paraguas, la RF advierte que la recuperación será pausada y el desempleo seguirá alto (9 a 10% de la población activas) hasta el segundo semestre de 2010. Ergo, se mantendrán en 0,25% anual las tasas referenciales por bastante tiempo.<br />
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En cambio, se archivará una compra de letras de tesorería por US$ 300.000 millones, prevista para fin de octubre. Era uno de varios instrumentos para reducir tipos de interés e, indirectamente, el costo de hipotecar residencias y dar créditos al sector privado.<br />
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La movida implica eliminar uno de los estímulos de emergencia a los mercados financieros y especulativos. No obstante, al mismo tiempo el emisor deja en claro que no abandonará grandes programas. Por ejemplo, el de US$ 1,25 billones vía títulos respaldados en hipotecas, que recién va por la mitad. En otras palabras, las señales de Bernanke son ambiguas en el mejor de los casos.</p>
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Bernanke afirma que la economía ya no se contrae
A casi dos años de lanzar el mayor rescate de banqueros en la historia de Estados Unidos, la Reserva Federal vislumbra una lenta recuperación. Algunos creen que los anuncios reflejan la campaña política de Benjamin Bernanke.