<p>Si bien la toma china de títulos se ha octuplicado, de € 5.135 millones a fines de 2008 a 43.145 millones dos años después, Beijing alienta una forma inversa de plan Marshall. Se ha encargado de tornarlo explícito Li Keqiang, viceprimer ministro, dando a entender que la cifra podría ser superior ya este año a la sugerida por el banco de España (central). <br />
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La actitud de Li es muy significativa, pues se lo supone sucesor en 2012 del actual premier, Wen Jiabao. “No acudiremos con las manos vacías y pensamos sumarnos a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional”, recalcó el miembro del politburó, tras aludir a la posibilidad de profundizar inversiones.<br />
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También hubo contactos de Li en Berlín y Londres. Cautos, los ibéricos no resaltaron los convenios con entidades financieras. Una es el banco Bilbao Vizcaya Argentaria, BBVA). Otro grupo comprende a Repsol. Se trata de doce acuerdos con contrapartes privadas en industrias básicas, banca, aerotransportes, telecomunicaciones, informática y agro.<br />
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Semejante mezcla genera todo tipo de presunciones, entre ellas una muy singular: el eventual monto de las tomas podría compararse con “un plan Marshall para España”. Esto se relaciona con el deseo chino de proyectarse políticamente aprovechando la interminable crisis europea de endeudamiento soberano, en desmedro de la UE y el FMI. Varios analistas afirman que China sigue preparando su propio salvamento para la Eurozona.<br />
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Por de pronto, Beijing ya auxilia a Grecia, Portugal y España. El proyecto tiene sentido, pues los diecisiete países de la Eurozona constituyen su socio principal, tanto en exportación como en importaciones. De paso, la potencial alianza trabará las presiones norteamericanas para que China revalúe o deje flotar el yüan respecto de la canasta euro-dólar-yen. Si bien la mayor parte de las reservas está en dólares (1,55 billones), Beijing posee ya 10% de la deuda soberana en euros. <br />
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Beijing tiene ahora su propio plan Marshall
China comprará más bonos soberanos españoles y también portugueses. Quizá Madrid y Lisboa no dependan tanto de rescates tipo FMI-Bruselas. Con el desempleo de febrero en casi 21,3% (otro récord), España debiera evitar recetas ortodoxas.