Banco Francés: no hay todavía inflación generalizada

Se inicia un informe mensual, que sintetiza aspecvto relevantes de los semanales. Salvo en esta oportunidad: por la importancia del tema y por el debate que origina, se encara exclusivamente al tema inflación, en la óptica de la entidad.

29 julio, 2005

En los últimos dos meses, el índice de precios al consumidor (IPC) acumula 2%, estimando 1,1% para julio. Ello acentúa preocupaciones sobre un presunto desborde inflacionario. Es necesario aclarar que no se está ante un aumento generalizado y sostenido (definición de inflación), sino en presencia de aumentos de precios a velocidad cambiante en los siete primeros meses del año.

Además, se observa recomposición de precios relativos en favor de bienes no transables, que habían quedado rezagados después de la devaluación. A ello se agregan posibles causas generales de inflación, por ejemplo el agotamiento de la brecha productiva y el sesgo expansivo de la política monetaria.

Dado que el superávit fiscal resta poder de compra al sector privado, elsuperávit externo presiona a la baja el tipo de cambio real, aumenta la demanda de pesos y el banco central emite moneda con respaldo en dólares, es difícil argumentar que exista un desequilibrio en las principales variables macroeconómicas ni que pueda conducir a alta inflación. Aun sin llegar a ese extremo, la inflación de 2005 superaría 10%.

Cabe, pues, preocuparse de que pudiera aumentar otro escalón el año próximo, llevando a mayores expectativas inflacionarias y erosionando el superávit. Justamente mientras el gobierno que tuviera que afrontar mayores pagos de intereses, puesto que mantendrá una proporción relevante (35%) de la deuda en pesos ajustable por el CER.

En los últimos dos meses, el índice de precios al consumidor (IPC) acumula 2%, estimando 1,1% para julio. Ello acentúa preocupaciones sobre un presunto desborde inflacionario. Es necesario aclarar que no se está ante un aumento generalizado y sostenido (definición de inflación), sino en presencia de aumentos de precios a velocidad cambiante en los siete primeros meses del año.

Además, se observa recomposición de precios relativos en favor de bienes no transables, que habían quedado rezagados después de la devaluación. A ello se agregan posibles causas generales de inflación, por ejemplo el agotamiento de la brecha productiva y el sesgo expansivo de la política monetaria.

Dado que el superávit fiscal resta poder de compra al sector privado, elsuperávit externo presiona a la baja el tipo de cambio real, aumenta la demanda de pesos y el banco central emite moneda con respaldo en dólares, es difícil argumentar que exista un desequilibrio en las principales variables macroeconómicas ni que pueda conducir a alta inflación. Aun sin llegar a ese extremo, la inflación de 2005 superaría 10%.

Cabe, pues, preocuparse de que pudiera aumentar otro escalón el año próximo, llevando a mayores expectativas inflacionarias y erosionando el superávit. Justamente mientras el gobierno que tuviera que afrontar mayores pagos de intereses, puesto que mantendrá una proporción relevante (35%) de la deuda en pesos ajustable por el CER.

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