Si bien las políticas adoptadas corrigieron parcialmente tales desequilibrios, el impacto en los distintos sectores de la economía fue significativo y 2016 fue un año de recesión con alta inflación, según consigna el informe mensual del IAE sobre la economía local, con la firma de Carlos M. Belloni y Eduardo L. Fracchia.
No obstante, las perspectivas para los próximos trimestres, y en promedio para este año, son alentadoras. Se espera que las condiciones económicas mejoren en varios sentidos: recuperación de la actividad, recuperación del consumo, crecimiento del salario real, desaceleración de la inflación, crecimiento del empleo, reducción del déficit fiscal, crecimiento de las exportaciones, consolidación del superávit comercial, desarrollo del sistema financiero local, y reducción de la pobreza.
Las proyecciones de crecimiento e inflación para el 2017 oscilan entre el 3% y el 20%, respectivamente.El crecimiento económico estará favorecido por el bajo nivel registrado en 2016, por lo tanto habrá que esperar al 2018 para observar el desempeño real de la economía.Muchos desafíos quedan pendientes, algunos de ellos son: la reforma impositiva, la mejora de las cuentas públicas, la recuperación de la competitividad, la reducción de la pobreza, y la mayor inversión pública y privada. El 2017 es un año electoral por lo cual deberán florecer algunos resultados positivos si el gobierno pretende consolidarse en el poder durante los próximos años.