Aunque cayó, la pobreza está cada vez más infantilizada

De un análisis de CIPPEC se desprende que 21,6% de los niños y niñas son pobres en la Argentina. Además, 61,8% de las muertes en el primer año de vida ocurrieron por causas evitables. Aseguran que persisten los déficits nutricionales. 

14 enero, 2016

Si bien la pobreza cayó en la Argentina, está cada vez más infantilizada. Esto concluye una investigación recientemente publicada por CIPPEC, que afirma que la pobreza por ingresos de los niños de entre 0 y 4 años es mucho mayor que la que afecta a la población total. 

En el segundo semestre de 2014, 21,6% de los infantes eran pobres y 9,2%, indigentes, frente a 12,9% y 5,5% en la población general (líneas de US$4 y US$2,5 al día). “A pesar de que la pobreza se ha reducido en los últimos años, se ha profundizado su infantilización, fenómeno que también ocurre en el resto de América Latina”, indicó Malena Acuña, del Programa de Protección Social de CIPPEC.

Según el documento de CIPPEC, este fenómeno es reflejo de que los ingresos son menores para las personas con hijos. En 2012, 48,6% de las madres y 47,6% de los padres que vivían con sus hijos formaban parte del 30% de los hogares con menos ingresos per cápita familiar, mientras que solo 12,5% de las mujeres y 11,7% de los hombres sin hijos pertenecían a este grupo.

Persisten las muertes infantiles evitables

La tasa de mortalidad entre niños menores de 5 años se ubicó en 13 en 2015, y la tasa de mortalidad infantil en 11, en ambos casos por debajo del promedio de América Latina y El Caribe (18 y 15, respectivamente). Sin embargo, la reducción de las muertes en la Argentina (del 54% en ambos casos respecto de 1990) fue menos pronunciada que en la región (del 66% y 65% respectivamente desde 1990).

“Esta reducción no logró alcanzar la tasa de mortalidad de 9 que plantearon los Objetivos de Desarrollo del Milenio para los niños hasta 4 años, y representa un desafío frente a la nueva agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, precisó Acuña. 

 

Además, señaló que en 2013 el 61,8% de las muertes en el primer año de vida ocurrieron por causas evitables.

Por su parte, en 2013 la tasa de mortalidad materna se ubicó en 3,2 madres fallecidas cada 10.000 nacidos vivos. Aunque es el valor más bajo de los últimos 15 años, no alcanza a cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de reducir en un 75% la mortalidad materna entre 1990 y 2015. La mayoría de las muertes maternas se producen entre el tercer trimestre del embarazo y la primera semana post parto.

“En ambos casos, se observa una importante heterogeneidad entre las jurisdicciones. Los promedios nacionales suelen esconder el problema central de la Argentina y de la región, que es la desigualdad” explicó Carolina Aulicino, coordinadora del Programa de Protección Social de CIPPEC.

Cada vez más adolescentes son madres

A diferencia de las tendencias internacionales, en la Argentina la tasa de fecundidad adolescente aumentó de 30,5 por cada mil mujeres de entre 10 y 19 años en 2001, al 35,3 en 2011. En 2012, 12,3% de las mujeres de entre 15 y 19 años tenían un hijo o estaban embarazadas.

Para Acuña, la realidad socioeconómica y los patrones reproductivos suelen estar vinculados: así se genera una relación circular entre demografía y desigualdad. “Si la situación inicial fue desfavorable, se generan ciclos viciosos en las que las familias quedan atrapadas de generación en generación”, indicó la experta.

Déficits en la nutrición de niños y madres

En 2011, todavía el 46% de los niños no recibía lactancia materna exclusiva en sus primeros 6 meses, a pesar de estar ampliamente recomendada.

Además, el documento de CIPPEC afirma que para 2014 el 10,5% de los niños de 2 a 5 años tenía déficit simultáneo en el consumo de frutas, verduras y lácteos, y más de la mitad consumía inadecuada o insuficientemente verduras, frutas o pastas y arroz.

Por su parte, también las madres gestantes sufren deficiencias dietarias reducibles: en 2005, 30,5% sufría anemia. “Se ha vuelto más usual la obesidad infantil -en 2005, afectaba al 10,4% de los niños entre 6 meses y 5 años- y todavía hay casos de acortamiento, desnutrición aguda o bajo peso en la primera infancia”, observó Aulicino.

Según la investigación de CIPPEC, el bono demográfico del que gozará la Argentina hasta 2043 provee una excelente oportunidad para diseñar una política integral de primera infancia. 

 

“Este diagnóstico evidencia que, a pesar de los avances alcanzados, todavía hay mucho por hacer para mejorar la situación de la primera infancia en la Argentina. Invertir en políticas destinadas a este grupo etario ayudará al desarrollo integral de los más pequeños y al ejercicio de sus derechos y contribuirá a reducir la reproducción de la desigualdad y aumentar el potencial desarrollo del país”, concluyó Gala Díaz Langou, coordinadora del Programa de Protección Social.

 

Descargar el documento completo “Diagnóstico de la primera infancia en la Argentina” (PDF)

 

 

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