Astiz quedó detenido

El ex capitán de fragata volvió a quedar detenido por decisión del juez federal Sergio Torres, quien investiga los casos de secuestro, torturas y homicidios ocurridos en la ESMA durante la última dictadura militar.

16 septiembre, 2003

Fuentes judiciales confirmaron que Alfredo Astiz se entregó a primeras horas de la tarde y quedó alojado en el Edificio Libertad de la Armada, ubicado en el barrio de Retiro, donde también estuvo preso el mes pasado mientras se tramitaba un pedido de extradición de la Justicia española.

El juez Torres decidió pedir la captura de Astiz, a partir de
la repertura de la causa por las violaciones a los derechos
humanos ocurridos en el centro clandestino montado en la ESMA,
donde revistó como uno de los represores más activos.

El magistrado, en su resolución, hizo saber que la causa está
en condiciones de pasar a juicio oral porque retrotrajo el caso al
momento en que quedó paralizada por las sanción de la ley de
Obediencia Debida.

Ahora, con la anulación de esa norma, el juez le dio vista a la
Fiscalía para que dictamine sobre el caso, ya que consideró
“realizadas” las indagatorias con la instrucción previa, y citó a
Astiz para mañana para notificarlo.

Además, el juez Torres solicitó al ministro de Defensa, José
Pampuro, “con carácter de muy urgente” la detención de catorce
marinos que se desempeñaron en la ESMA, entre quienes se encuentra
el ya detenido Jorge “El Tigre” Acosta.

El listado se completa con Humberto Barbuzzi, Carlos Octavio
Capdevilla, Carlos Carella, Luis D`Imperio, Adolfo Donda, Manuel
Jacinto García Tallada, Oscar Montes, Antonio Pernías, Raúl
Scheller, José Suppichich, Héctor Febres, Juan Antonio Azic y
Jorge Vildoza, prófugo en el marco de otras causas.

La investigación que lleva adelante Torres es una de las dos
“megacausas” que se reabrieron recientemente a partir de la
anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

La otra causa está vinculada con los delitos de lesa humanidad
ocurridos bajo el mando del Primer Cuerpo de Ejército, que fue
sorteada varias veces y hoy quedó asignada a Norberto Oyarbide.

En tanto, el juez de Bahía Blanca Alcindo Alvarez Canale -quien
tramitaba el pedido de extradición de Francia contra Astiz- se
declaró incompetente y le envió el caso al juez federal Claudio
Bonadío.

La Justicia francesa busca a Astiz y pretende su extradición
para que cumpla en ese país la condena a cadena perpetua que le
dictaron en ausencia.

En 1990 la Justicia francesa condenó a Astiz por el secuestro y
asesinato de la monjas Alice Domon y Leonie Duquet, quienes fueron
vistas con vida por última vez en la ESMA durante la década del
70.

Astiz estuvo detenido cerca de un mes, hasta el 1 de septiembre
último junto a un grupo de 40 represores cuya extradición había
solicitado el juez español Baltasar Garzón por la presunta
comisión de los delitos de “genocidio y tortura”.

Finalmente, los acusados recuperaron su libertad cuando el
gobierno de España comunicó oficialmente que había desistido de
reclamar su extradición.

Fuentes judiciales confirmaron que Alfredo Astiz se entregó a primeras horas de la tarde y quedó alojado en el Edificio Libertad de la Armada, ubicado en el barrio de Retiro, donde también estuvo preso el mes pasado mientras se tramitaba un pedido de extradición de la Justicia española.

El juez Torres decidió pedir la captura de Astiz, a partir de
la repertura de la causa por las violaciones a los derechos
humanos ocurridos en el centro clandestino montado en la ESMA,
donde revistó como uno de los represores más activos.

El magistrado, en su resolución, hizo saber que la causa está
en condiciones de pasar a juicio oral porque retrotrajo el caso al
momento en que quedó paralizada por las sanción de la ley de
Obediencia Debida.

Ahora, con la anulación de esa norma, el juez le dio vista a la
Fiscalía para que dictamine sobre el caso, ya que consideró
“realizadas” las indagatorias con la instrucción previa, y citó a
Astiz para mañana para notificarlo.

Además, el juez Torres solicitó al ministro de Defensa, José
Pampuro, “con carácter de muy urgente” la detención de catorce
marinos que se desempeñaron en la ESMA, entre quienes se encuentra
el ya detenido Jorge “El Tigre” Acosta.

El listado se completa con Humberto Barbuzzi, Carlos Octavio
Capdevilla, Carlos Carella, Luis D`Imperio, Adolfo Donda, Manuel
Jacinto García Tallada, Oscar Montes, Antonio Pernías, Raúl
Scheller, José Suppichich, Héctor Febres, Juan Antonio Azic y
Jorge Vildoza, prófugo en el marco de otras causas.

La investigación que lleva adelante Torres es una de las dos
“megacausas” que se reabrieron recientemente a partir de la
anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

La otra causa está vinculada con los delitos de lesa humanidad
ocurridos bajo el mando del Primer Cuerpo de Ejército, que fue
sorteada varias veces y hoy quedó asignada a Norberto Oyarbide.

En tanto, el juez de Bahía Blanca Alcindo Alvarez Canale -quien
tramitaba el pedido de extradición de Francia contra Astiz- se
declaró incompetente y le envió el caso al juez federal Claudio
Bonadío.

La Justicia francesa busca a Astiz y pretende su extradición
para que cumpla en ese país la condena a cadena perpetua que le
dictaron en ausencia.

En 1990 la Justicia francesa condenó a Astiz por el secuestro y
asesinato de la monjas Alice Domon y Leonie Duquet, quienes fueron
vistas con vida por última vez en la ESMA durante la década del
70.

Astiz estuvo detenido cerca de un mes, hasta el 1 de septiembre
último junto a un grupo de 40 represores cuya extradición había
solicitado el juez español Baltasar Garzón por la presunta
comisión de los delitos de “genocidio y tortura”.

Finalmente, los acusados recuperaron su libertad cuando el
gobierno de España comunicó oficialmente que había desistido de
reclamar su extradición.

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