Arnold Schwarzenegger es el nuevo gobernador de California

El actor de origen austríaco obtuvo una clara victoria en la elección celebrada el martes simultáneamente con un histórico plebiscito sobre la permanencia en el poder del gobernador demócrata Gray Davis, que fue destituido por el electorado por mala gestión económica tan sólo 11 meses después de ser reelegido en el cargo.

Como aseguró Davis en su discurso de concesión, “los votantes han decidido que es hora de que otro ocupe el cargo”.

Y ese otro es Schwarzenegger, cinco veces “Mr. Universo” durante sus años como culturista, que pasó a ser la estrella mejor pagada de Hollywood al cobrar 30 millones de dólares por su trabajo en “Terminator 3” y que ahora comienza una nueva carrera como político.

“Hoy California me ha dado el mayor regalo de todos, me ha dado vuestra confianza”, afirmó el actor republicano pletórico durante su discurso de aceptación del cargo, acompañado en todo momento de su esposa María Shriver, miembro del clan Kennedy.
A ella estuvieron dirigidos sus primeros agradecimientos. “Sé todos los votos que he recibido por ti”, subrayó en una velada mención al apoyo recibido en especial cuando en los últimos días de campaña fue acusado de abuso sexual por varias mujeres.

Ni estas críticas, ni los ataques dirigidos contra él por sus supuestos comentarios en su juventud en favor de Hitler o su falta de conocimiento político cambiaron los resultados de unos comicios que reflejaron claramente el deseo de cambio del electorado.

Unos 11 millones de californianos acudieron en masa a las urnas, en las que han sido las elecciones a gobernador con mayor participación en California.

Con el 53 por ciento de los votos escrutados, el 55,3 por ciento de los votantes se expresó a favor de la destitución de Davis tras cinco años en el cargo y apoyó la candidatura de Schwarzenegger con un 48,9 por ciento.
Una victoria que ha sido descrita por los analistas políticos en California como el mejor reflejo del enfado generado por la gestión de Davis, que a estas alturas ha sido incapaz de conseguir el apoyo de los propios miembros de su partido como han demostrado los resultados electorales.

En este mismo análisis mediático, todos coinciden en señalar que ante la crisis que vive California, con un déficit presupuestario de 35.000 millones de dólares, los electores han buscado el cambio en alguien que estuviera fuera de la política y Schwarzenegger ha sido la alternativa, una elección fácil dada su popularidad como actor.

“Para que la gente gane, el politiqueo debe perder”, indicó Schwarzenegger anoche en un discurso de corte populista.
Se trata de un análisis que olvida las descripciones de circo electoral que resumían los poco más de dos meses de campaña en los que un total de 135 aspirantes se presentaron para ocupar el mismo cargo.

Un pornógrafo como Larry Flynt, una leyenda de la ciudad como Angelyne, conocida por las vallas publicitarias que ella misma financia para darse a conocer, o una actriz porno como Mary Carey se apuntaron a esta lista de candidatos sin el menor deseo de ganar.
Tan sólo el de darse a conocer.

Incluso la presencia de Schwarzenegger fue vista en principio como un nuevo motivo de broma, algo que el presentador Jay Leno recordó cuando dio la entrada anoche al nuevo gobernador de California ante cientos de sus seguidores.
“Ahora va a ser cierto que se pronuncia Califownia”, bromeó Leno imitando el acento de este austríaco que llegó a Estados Unidos en 1968 y se nacionalizó estadounidense en 1983.
Todos los cronistas coinciden en llamar a estas elecciones “históricas”, ya que es la primera vez que un gobernador es destituido en California.

Además, también ha sido una lección de unidad para muchos el ver casi al completo al clan Kennedy, bastión del Partido Demócrata por décadas, apoyando con su presencia a este republicano que siempre ha dicho que aprendió a hablar inglés con los discursos de Richard Nixon.

El actor de origen austríaco obtuvo una clara victoria en la elección celebrada el martes simultáneamente con un histórico plebiscito sobre la permanencia en el poder del gobernador demócrata Gray Davis, que fue destituido por el electorado por mala gestión económica tan sólo 11 meses después de ser reelegido en el cargo.

Como aseguró Davis en su discurso de concesión, “los votantes han decidido que es hora de que otro ocupe el cargo”.

Y ese otro es Schwarzenegger, cinco veces “Mr. Universo” durante sus años como culturista, que pasó a ser la estrella mejor pagada de Hollywood al cobrar 30 millones de dólares por su trabajo en “Terminator 3” y que ahora comienza una nueva carrera como político.

“Hoy California me ha dado el mayor regalo de todos, me ha dado vuestra confianza”, afirmó el actor republicano pletórico durante su discurso de aceptación del cargo, acompañado en todo momento de su esposa María Shriver, miembro del clan Kennedy.
A ella estuvieron dirigidos sus primeros agradecimientos. “Sé todos los votos que he recibido por ti”, subrayó en una velada mención al apoyo recibido en especial cuando en los últimos días de campaña fue acusado de abuso sexual por varias mujeres.

Ni estas críticas, ni los ataques dirigidos contra él por sus supuestos comentarios en su juventud en favor de Hitler o su falta de conocimiento político cambiaron los resultados de unos comicios que reflejaron claramente el deseo de cambio del electorado.

Unos 11 millones de californianos acudieron en masa a las urnas, en las que han sido las elecciones a gobernador con mayor participación en California.

Con el 53 por ciento de los votos escrutados, el 55,3 por ciento de los votantes se expresó a favor de la destitución de Davis tras cinco años en el cargo y apoyó la candidatura de Schwarzenegger con un 48,9 por ciento.
Una victoria que ha sido descrita por los analistas políticos en California como el mejor reflejo del enfado generado por la gestión de Davis, que a estas alturas ha sido incapaz de conseguir el apoyo de los propios miembros de su partido como han demostrado los resultados electorales.

En este mismo análisis mediático, todos coinciden en señalar que ante la crisis que vive California, con un déficit presupuestario de 35.000 millones de dólares, los electores han buscado el cambio en alguien que estuviera fuera de la política y Schwarzenegger ha sido la alternativa, una elección fácil dada su popularidad como actor.

“Para que la gente gane, el politiqueo debe perder”, indicó Schwarzenegger anoche en un discurso de corte populista.
Se trata de un análisis que olvida las descripciones de circo electoral que resumían los poco más de dos meses de campaña en los que un total de 135 aspirantes se presentaron para ocupar el mismo cargo.

Un pornógrafo como Larry Flynt, una leyenda de la ciudad como Angelyne, conocida por las vallas publicitarias que ella misma financia para darse a conocer, o una actriz porno como Mary Carey se apuntaron a esta lista de candidatos sin el menor deseo de ganar.
Tan sólo el de darse a conocer.

Incluso la presencia de Schwarzenegger fue vista en principio como un nuevo motivo de broma, algo que el presentador Jay Leno recordó cuando dio la entrada anoche al nuevo gobernador de California ante cientos de sus seguidores.
“Ahora va a ser cierto que se pronuncia Califownia”, bromeó Leno imitando el acento de este austríaco que llegó a Estados Unidos en 1968 y se nacionalizó estadounidense en 1983.
Todos los cronistas coinciden en llamar a estas elecciones “históricas”, ya que es la primera vez que un gobernador es destituido en California.

Además, también ha sido una lección de unidad para muchos el ver casi al completo al clan Kennedy, bastión del Partido Demócrata por décadas, apoyando con su presencia a este republicano que siempre ha dicho que aprendió a hablar inglés con los discursos de Richard Nixon.