Argentina sin aftosa

Hoy la Argentina será declarada libre de aftosa sin vacunación. Cuando se establecen estrategias políticas, se logran buenos resultados. Los mercados que se abren.

24 mayo, 2000

La Argentina será declarada hoy país libre de aftosa sin vacunación por la Oficina Internacional de Epizootias, el organismo que legisla las políticas sanitarias a nivel mundial. Esta nueva categorización sanitaria es un factor esencial para evitar barreras que resultaban infranqueables a la hora de exportar carnes.

Derribada ésta, los empresarios del sector deberán incentivar la creatividad y la capacidad de negociación para lograr la apertura de nuevos mercados.

Económicamente este es un paso muy importante para el país, no sólo por la posibilidad de nuevos puntos de venta, sino por el ahorro en gastos de campañas y pérdidas provocadas por el enfermedad que representaban, en promedio, US$ 150 millones anuales.

Varios países se vislumbran como potenciales compradores; entre ellos: Japón, Corea y México. El primero es un cliente sumamente interesante: está interesado en adquirir partes del animal que en la Argentina se tiran.

La lucha contra la aftosa fue un éxito debido al compromiso político asumido por diversas gestiones; comenzó en la década del 80’ durante el gobierno de Alfonsín y logró su cometido en la gestión Menem. Este es, entonces, un caso testigo para analizar e imitar. Donde las estrategias se mantienen más allá de los gobiernos; cuando el rumbo se imprime a partir de objetivos consensuados en base a las necesidades del país, es sólo allí y entonces que las metas son cumplidas.Por eso la lucha contra la aftosa no implica sólo el mérito de haber vencido una enfermedad que limitaba las posibilidades de exportación .Es la demostración cabal de que Argentina precisa estrategias políticas.

María Valeria Ceron

La Argentina será declarada hoy país libre de aftosa sin vacunación por la Oficina Internacional de Epizootias, el organismo que legisla las políticas sanitarias a nivel mundial. Esta nueva categorización sanitaria es un factor esencial para evitar barreras que resultaban infranqueables a la hora de exportar carnes.

Derribada ésta, los empresarios del sector deberán incentivar la creatividad y la capacidad de negociación para lograr la apertura de nuevos mercados.

Económicamente este es un paso muy importante para el país, no sólo por la posibilidad de nuevos puntos de venta, sino por el ahorro en gastos de campañas y pérdidas provocadas por el enfermedad que representaban, en promedio, US$ 150 millones anuales.

Varios países se vislumbran como potenciales compradores; entre ellos: Japón, Corea y México. El primero es un cliente sumamente interesante: está interesado en adquirir partes del animal que en la Argentina se tiran.

La lucha contra la aftosa fue un éxito debido al compromiso político asumido por diversas gestiones; comenzó en la década del 80’ durante el gobierno de Alfonsín y logró su cometido en la gestión Menem. Este es, entonces, un caso testigo para analizar e imitar. Donde las estrategias se mantienen más allá de los gobiernos; cuando el rumbo se imprime a partir de objetivos consensuados en base a las necesidades del país, es sólo allí y entonces que las metas son cumplidas.Por eso la lucha contra la aftosa no implica sólo el mérito de haber vencido una enfermedad que limitaba las posibilidades de exportación .Es la demostración cabal de que Argentina precisa estrategias políticas.

María Valeria Ceron

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