Argentina espera que la justicia de EEUU evite embargos de acreedores

Con el respaldo de Washington y la Reserva Federal, el gobierno de Kirchner aguarda que la justicia norteamericana rechace un pedido de tenedores de bonos en default para que se puedan embargar giros del país al exterior.

15 enero, 2004

Los recursos a favor de la posición argentina fueron
presentados por la Reserva Federal de Nueva York, el Departamento
del Tesoro de los Estados Unidos y la ´New York Clearing House
Association´, que nuclea a bancos líderes proveedores de pagos.

El punto central que el juez de Nueva York, Thomas Griesa, debe resolver es si la cláusula de “pari passu” contenida en los bonos en default iguala a la totalidad de los acreedores (con lo que se podría embargar el dinero que la Argentina destina al pago de compromisos con organismos internacionales), o si en realidad el FMI, el BM y el BID son considerados acreedores privilegiados.

La presentación realizada por la administración de George Bush
a favor de la Argentina puede ser decisiva para que el juez Griesa
se incline finalmente por rechazar el reclamo formulado por los
tenedores de bonos.

Como adelantó Mercado On-line, en dos informes de alto contenido político, el gobierno de Bush y la Reserva Federal recomendaron al juez que no autorice embargos sobre pagos argentinos, y hasta advirtieron que una medida de ese tipo podría poner en riesgo el sistema financiero mundial.

Por su parte, la New York Cleraing House Association presentó una “amicus curiae” (amigos de la Corte), en la cual expresan su posición a favor de la postura argentina de no englobar a todos los acreedores, sino tratar caso por caso.

En la presentación del Tesoro se destaca que “es del interés de
los Estados Unidos que esta Corte rechace una lectura novedosa de
la cláusula ´pari passu´ en instrumentos de deuda soberana”.

Tanto el gobierno de Estados Unidos como la Reserva Federal
tienen también un interés concreto en la decisión del juez porque
puede generar un antecedente judicial que perjudique a ese país, dificultando los pagos en el sistema financiero internacional.

La interpretación del juez Griesa es de vital
interés para el gobierno de Bush porque hasta el momento no existe
jurisprudencia de tribunales norteamericanos sobre bonos de deuda
soberanos emitidos bajo la jurisdicción del gobierno de EEUU.

Por estas latitudes, una fuente del ministerio de Economía confirmó que el gobierno argentino ya tomó recaudos ante un fallo
desfavorable y desde hace tres meses retiró sus reservas de los
bancos de Estados Unidos, transfiriéndolas presumiblemente a
bancos suizos.

La Argentina ya sufrió embargos en el caso de algunas cuentas
de sueldos destinadas al personal diplomático en el exterior, como
ocurrió con la propia embajada de Estados Unidos.

Hasta el momento, Griesa evitó pronunciarse sobre los embargos
contra la Argentina, ya que, en una primera resolución, otorgó plazo al país para que realice su descargo, y en una segunda instancia amplió esa prórroga.

Los recursos a favor de la posición argentina fueron
presentados por la Reserva Federal de Nueva York, el Departamento
del Tesoro de los Estados Unidos y la ´New York Clearing House
Association´, que nuclea a bancos líderes proveedores de pagos.

El punto central que el juez de Nueva York, Thomas Griesa, debe resolver es si la cláusula de “pari passu” contenida en los bonos en default iguala a la totalidad de los acreedores (con lo que se podría embargar el dinero que la Argentina destina al pago de compromisos con organismos internacionales), o si en realidad el FMI, el BM y el BID son considerados acreedores privilegiados.

La presentación realizada por la administración de George Bush
a favor de la Argentina puede ser decisiva para que el juez Griesa
se incline finalmente por rechazar el reclamo formulado por los
tenedores de bonos.

Como adelantó Mercado On-line, en dos informes de alto contenido político, el gobierno de Bush y la Reserva Federal recomendaron al juez que no autorice embargos sobre pagos argentinos, y hasta advirtieron que una medida de ese tipo podría poner en riesgo el sistema financiero mundial.

Por su parte, la New York Cleraing House Association presentó una “amicus curiae” (amigos de la Corte), en la cual expresan su posición a favor de la postura argentina de no englobar a todos los acreedores, sino tratar caso por caso.

En la presentación del Tesoro se destaca que “es del interés de
los Estados Unidos que esta Corte rechace una lectura novedosa de
la cláusula ´pari passu´ en instrumentos de deuda soberana”.

Tanto el gobierno de Estados Unidos como la Reserva Federal
tienen también un interés concreto en la decisión del juez porque
puede generar un antecedente judicial que perjudique a ese país, dificultando los pagos en el sistema financiero internacional.

La interpretación del juez Griesa es de vital
interés para el gobierno de Bush porque hasta el momento no existe
jurisprudencia de tribunales norteamericanos sobre bonos de deuda
soberanos emitidos bajo la jurisdicción del gobierno de EEUU.

Por estas latitudes, una fuente del ministerio de Economía confirmó que el gobierno argentino ya tomó recaudos ante un fallo
desfavorable y desde hace tres meses retiró sus reservas de los
bancos de Estados Unidos, transfiriéndolas presumiblemente a
bancos suizos.

La Argentina ya sufrió embargos en el caso de algunas cuentas
de sueldos destinadas al personal diplomático en el exterior, como
ocurrió con la propia embajada de Estados Unidos.

Hasta el momento, Griesa evitó pronunciarse sobre los embargos
contra la Argentina, ya que, en una primera resolución, otorgó plazo al país para que realice su descargo, y en una segunda instancia amplió esa prórroga.

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