lunes, 15 de diciembre de 2025

Argentina busca su nuevo equilibrio: riesgo país en mínimos y reconfiguración del gabinete

El riesgo país se mantiene en torno a los 650 puntos básicos, uno de los niveles más bajos de los últimos años. En paralelo, el presidente Javier Milei reordena su gabinete y refuerza su alineamiento con Estados Unidos. La mejora en los mercados ofrece una oportunidad, pero su sostenibilidad dependerá de la estabilidad política y de la coherencia fiscal.

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El índice de riesgo país ronda actualmente los 650 puntos básicos, según el indicador EMBI de JP Morgan. Se trata de uno de los valores más bajos desde 2019, aunque aún lejos del mínimo de 342 puntos alcanzado en 2017. La tendencia refleja una mejora en las expectativas financieras hacia la Argentina, impulsada por señales de disciplina fiscal, estabilidad cambiaria y una agenda económica orientada a reducir el déficit.

El dato coincidió con cambios en el gabinete nacional. La designación de Pablo Quirno como canciller, en reemplazo de Gerardo Werthein, refuerza la orientación técnica del Gobierno y consolida la convergencia entre política exterior y estrategia económica. Con experiencia en el Banco Central y el Ministerio de Finanzas, Quirno —quien trabajó durante 17 años en JP Morgan- asume con el mandato de profundizar los vínculos financieros y comerciales con los principales socios globales.

Un contexto de confianza moderada

La baja del riesgo país acerca a la Argentina al promedio de los mercados emergentes de riesgo medio, aunque los inversores aún exigen una prima considerable frente a la deuda de países comparables. En las últimas semanas, los bonos soberanos se apreciaron entre 10 % y 15 %, impulsados por la expectativa de continuidad fiscal y un tipo de cambio estable en torno a los $ 1.450.

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No obstante, la inflación de 2,1 % en septiembre marcó una aceleración respecto del mes anterior, reflejando el impacto de la recomposición tarifaria y de costos internos. La economía se encuentra en una fase de ajuste en la que la desinflación gradual convive con la contracción de la demanda y el estancamiento del consumo.

Diplomacia económica y previsibilidad

El ingreso de Quirno al Palacio San Martín introduce un perfil más técnico a la Cancillería. Su misión central es fortalecer la diplomacia económica, con foco en la captación de inversiones estratégicas y la apertura de mercados para los sectores exportadores. El Gobierno busca integrar la política exterior a la estrategia de estabilización, reanudando vínculos con Estados Unidos y la Unión Europea, al tiempo que explora acuerdos bilaterales con países de Asia Pacífico.

La reconfiguración del gabinete se interpreta como una señal de continuidad y orden. El Ejecutivo procura mostrar una estructura más compacta, capaz de garantizar la coherencia entre las áreas económica, financiera y de relaciones internacionales.

Competitividad y tipo de cambio

Tanto el empresariado industrial como los productores agropecuarios advierten que el tipo de cambio oficial luce apreciado en términos reales. Un dólar más alto —sostienen— resultaría necesario para mantener la rentabilidad exportadora y preservar la competitividad frente al aumento de costos internos. En el agro, la combinación de retenciones y precios internacionales moderados limita la expansión de las ventas externas, mientras que la industria manufacturera enfrenta márgenes cada vez más estrechos.

La estabilidad cambiaria contribuyó a frenar la inflación, pero también redujo los incentivos a exportar. En un contexto sin brecha cambiaria significativa, el equilibrio entre estabilidad y competitividad se convierte en uno de los principales desafíos de la política económica.

Empresas, financiamiento y demanda de divisas

Varias compañías argentinas —en especial del sector energético, petroquímico y alimentario— han vuelto a emitir deuda en moneda extranjera desde comienzos de 2025, aprovechando la mejora de precios de los bonos soberanos y la baja de las tasas internacionales. Este flujo corporativo refleja la reaparición de confianza en el crédito privado, aunque el Estado aún no recupera acceso pleno a los mercados voluntarios.

De cara a 2026, los analistas prevén una mayor demanda de dólares por parte de las empresas multinacionales y grupos locales, dado que el Gobierno planea liberar gradualmente las restricciones a la remisión de utilidades al exterior. Esa medida, celebrada por el sector empresario, podría incrementar las presiones sobre el mercado cambiario si no va acompañada por una recomposición sostenida de las reservas internacionales.

Gobernabilidad y desafíos pendientes

El litigio por la expropiación de YPF en Estados Unidos, por un monto cercano a US$ 18.000 millones, continúa siendo un factor de incertidumbre jurídica. Al mismo tiempo, la recesión y la caída del ingreso real mantienen elevada la tensión social.

La reducción del riesgo país representa una oportunidad para consolidar el vínculo entre estabilidad financiera y crecimiento, pero su permanencia dependerá de la capacidad del Gobierno para sostener la disciplina fiscal, recomponer reservas y preservar gobernabilidad política.

Mientras la economía argentina transita un punto de inflexión – la confianza de los mercados se recupera, pero aún falta traducirla en inversión productiva, empleo y bienestar sostenible – JPMorgan mide el riesgo país, su jefe Jamie Dimon se reúne con el Presidente Argentino antes de las elecciones y su ex-empleados colonizan los ministerios.

 

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