Argentina adeuda US$ 145.580 millones y el FMI busca CEO

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, a fin de 2003 la deuda total del país ascendía a US$ 145.580 millones. Sólo en el IV trimestre, aumentó 4.970 millones. Entretanto, se recalienta la interna del Fondo Monetario.

23 marzo, 2004

El monto calculado por la entidad oficial abarca deuda pública y privada, aunque el comunicado no discrimine entre una y otra. En cuanto al alza en octubre-diciembre, se origina en la primera área (casi US$ 5.300 millones). Gran parte de la diferencia –3.770 millones- refleja la repreciación del euro contra el dólar; el resto deriva de retrasos en pago de intereses.

Esas cifras explican por qué, en 2003, hubo muchísima menor salida de capitales: US$ 2.995 millones, -76% respecto de los 12.490 millones en 2002. La balanza de pagos en cuenta corriente dio superávit de US$ 7.940 millones, -17,5% respecto del año anterior (9.630 millones).

Entretanto, la interna del FMI (bastante volátil desde las denuncias de Michael Mussa, su ex analista jefe, en 2003) se extiende al directorio. Por lo menos, al bloque europeo, donde no hay acuerdo siquiera preliminar sobre la sucesión del inocuo Horst Köhler.

De acuerdo con algunas versiones, el tema recién se planteará abiertamente durante la reunión de ministros financieros (París, 2-3 de abril). Luego, sólo quedarán veintidós días hasta la asamblea semestral, mal llamada “anual de primavera”.

Tradicionalmente, el director gerente (presidente ejecutivo) del Fondo es europeo y norteamericano su colega del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF o Banco Mundial). Con Köhler, esto era sólo simbólico, porque la entidad estuvo y está manejada por una estadounidense, Anne Krueger (puntal de las políticas aplicadas en Argentina por Domingo F.Cavallo, Roque Fernández y sus afines).

Hasta ahora, el “precandidato” que más frecuenta los trascendidos es el español Rodrigo Rato. Amén de su país, lo apoyan Latinoamérica, África, Medio Oriente y varios miembros de la Unión Europea. Japón –segundo en voto- se atiene a su neutralidad.

Pero el entorno de George W.Bush quiere imponer un norteamericano, arguyendo su primacía en votos. No sería Krueger, a quien los “nuevos halcones” consideran demasiado identificada con la burocracia técnica del FMI. Dato pintoresco: altos funcionarios hindúes y bengalíes quieren presentar al inefable Anup Singh.

El monto calculado por la entidad oficial abarca deuda pública y privada, aunque el comunicado no discrimine entre una y otra. En cuanto al alza en octubre-diciembre, se origina en la primera área (casi US$ 5.300 millones). Gran parte de la diferencia –3.770 millones- refleja la repreciación del euro contra el dólar; el resto deriva de retrasos en pago de intereses.

Esas cifras explican por qué, en 2003, hubo muchísima menor salida de capitales: US$ 2.995 millones, -76% respecto de los 12.490 millones en 2002. La balanza de pagos en cuenta corriente dio superávit de US$ 7.940 millones, -17,5% respecto del año anterior (9.630 millones).

Entretanto, la interna del FMI (bastante volátil desde las denuncias de Michael Mussa, su ex analista jefe, en 2003) se extiende al directorio. Por lo menos, al bloque europeo, donde no hay acuerdo siquiera preliminar sobre la sucesión del inocuo Horst Köhler.

De acuerdo con algunas versiones, el tema recién se planteará abiertamente durante la reunión de ministros financieros (París, 2-3 de abril). Luego, sólo quedarán veintidós días hasta la asamblea semestral, mal llamada “anual de primavera”.

Tradicionalmente, el director gerente (presidente ejecutivo) del Fondo es europeo y norteamericano su colega del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF o Banco Mundial). Con Köhler, esto era sólo simbólico, porque la entidad estuvo y está manejada por una estadounidense, Anne Krueger (puntal de las políticas aplicadas en Argentina por Domingo F.Cavallo, Roque Fernández y sus afines).

Hasta ahora, el “precandidato” que más frecuenta los trascendidos es el español Rodrigo Rato. Amén de su país, lo apoyan Latinoamérica, África, Medio Oriente y varios miembros de la Unión Europea. Japón –segundo en voto- se atiene a su neutralidad.

Pero el entorno de George W.Bush quiere imponer un norteamericano, arguyendo su primacía en votos. No sería Krueger, a quien los “nuevos halcones” consideran demasiado identificada con la burocracia técnica del FMI. Dato pintoresco: altos funcionarios hindúes y bengalíes quieren presentar al inefable Anup Singh.

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