Aparece OpenLeaks y WikiLeaks va al Vaticano
Daniel Domscheit-Berg fue mano derecha de Julian Assange y ahora es rival. Este lunes, lanza OpenLeaks (algo así como filtros abiertos) con una diferencia: el material se distribuirá sólo a medios. Mientras, WikiLeaks llega a la santa sede.
11 diciembre, 2010
<p>Una tanda de cibercables revela que Francis Campbell, embajador británico en el Vaticano, temía los contactos entre Benedicto XVI y los prelados anglicanos que se oponen a ordenar mujeres. “Una conversión en masa del grupo –sostenía el diplomático- podría generar discriminación y violencia contra las minorías católicas en Inglaterra, Escocia y Ulster”.<br />
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Hablando con un colega norteamericano tras entrevistarse con el papa, en noviembre de 2009, Campbell sostuvo que Josef Ratzinger “había puesto en un brete a Rowan Williams, arzobispo de Canterbury y máxima autoridad anglicana (salvo la reina Isabel II). A criterio del embajador, “el Vaticano puso a Williams en una situación imposible y podría producirse la peor crisis Roma-Canterbury en 165 años”. Vale decir cuando John Henry Newman se pasó en 1845 de la iglesia anglicana a la católica romana, tensiones que se reiteraron en 1879 al ser hecho cardenal. <br />
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Como si eso fuera poco, otros despachos confidenciales sindican a Ratzinger como promotor de una “santa alianza” contra el ingreso de Turquía a la Unión Europea. El grupo lo acaudilla Polonia e incluye Malta, Grecia, Chipre helena, Lituania, Rumania, etc. “El Vaticano no soporta la idea de que 70 millones de musulmanes –observa Campbell- se transformen en el miembro más poblado de la UE, excepto Alemania”.<br />
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En cuanto al flamante y parcial competidor de Assange, OpenLeaks, lo maneja un alemán radicado en Suecia y ex vocero del australiano, lo cual no parece una casualidad. Tampoco lo es que, al enterarse, el juez Howard Riddle –sin asidero legal alguno- haya intentado poner a Assange en confinamiento solitario. De inmediato, se radicaron varias apelaciones, inclusive ante la reina.<br />
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Por su parte, Domscheidt-Berg explicaba que “el nuestro es un proyecto tecnológico cuyo fin es operar como proveedor de servicios a terceros, no a particulares, interesados en materiales de fuentes anónimas”. El nuevo sitio no tiene sede en Estocolmo sino en Berlín. Al punto, Assange –su confinamiento estaba suspendido por un no innovar- declaró que el germano “había sido excluido de WikiLeaks por graves faltas”. Pirata al fin, no las revela. <br />
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