Ante un nuevo escalón de la aceleración inflacionaria

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El INDEC acaba de publicar los datos del IPC de julio y sus resultados no permiten ver horizontes alentadores. La inflación mensual fue del 7,4% y la interanual del 71% alcanzando su valor más alto en los últimos 30 años.

Para lo que resta del año, lograr mantener la inflación anual en torno al 70% sería una utopía Si, para meses venideros, se supone una inflación promedio mensual del 5,6%, la variación interanual a diciembre habrá de superar el 90%.

Sin el sinceramiento de las tarifas de los servicios públicos, será imposible generar expectativas a favor del quiebre de la inercia inflacionaria, dado que los subsidios alcanzan a casi 3 puntos del PIB y terminan siendo financiados con emisión monetaria, al tiempo que la recomposición de esas tarifas habrá de tener efecto alcista sobre los índices.

Este fenómeno de “inflación reprimida” se retroalimenta por la caída de las reservas del Banco Central, que agita especulaciones acerca de una aceleración de la tasa de devaluación del peso, explica el último informe del IERAL de la Fundación Medierránea.

Si ponemos el foco en los datos de inflación recientemente publicados por la Ciudad de Buenos Aires, se observa la magnitud del retraso: la brecha entre las tarifas y el índice general se ubica entre los 180 y los 210 puntos porcentuales cuando se toman las variaciones de los últimos tres años.

Desde julio 2019, las tarifas de electricidad, gas y agua han subido apenas entre 20% y 55%, cifras que comparan con la variación de 237 % del Indice de Precios al Consumidor.

El BCRA acaba de hacer un nuevo ajuste al alza de la remuneración de las Leliq hasta el 69,50% (tasa efectiva anual del 96,82%). Desde principios de año se venía observando una política monetaria marchando “detrás de los acontecimientos”, en un contexto de aceleración de la inflación y de ampliación de la brecha cambiaria, por lo que resulta difícil encuadrar estos últimos anuncios.

La suba de tasas provoca también un aumento de la emisión por el pago de intereses de los Pasivos Remunerados del Central por lo que, más que nunca, este tipo de movida debe ser acompañada por una firme consistencia del lado fiscal.

 

 

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